Tras la quiebra del gigante turístico, Thomas Cook, el pasado mes de septiembre, el grupo TUI se convertía en el intocable del sector, siendo uno de los primeros operadores de turismo en Europa. Sin embargo, la propagación de la pandemia no perdona y el conglomerado no ha logrado soportar la embestida del Covid 19.

El gigante alemán TUI ha anunciado que prescindirá de 8.000 trabajadores a escala global, lo que supone un recorte del 10 por ciento de la plantilla, que suma 70.000 empleados en temporada alta, y anuncia un plan de digitalización para lograr reducir los gastos de administración en un 30 por ciento.

Esta decisión, se produce tan sólo un mes después de que el Gobierno alemán autorizara un préstamo puente por valor de 1.800 millones de euros a través del banco KfW a la compañía para hacer frente a la paralización de la actividad económica. Según declaró Fritz Joussen, CEO de la empresa: “TUI saldrá reforzado de esta crisis. Pero será otro TUI y se encontrará con un mercado distinto al de antes de la pandemia. Esto hace que sean necesarios recortes: en inversión, gasto, en nuestro tamaño y presencia en todo el mundo”. Aunque quizá ahora no lo tenga tan claro.

“Esta situación de parálisis supone pérdidas en las empresas turísticas que afectan directamente a los empleados. TUI no va a ser el único turoperador en anunciar una medida de despidos masivos porque no hay movimiento, no hay negocio y desgraciadamente tienen que tomar decisiones drásticas”, explica a El Plural, Carlos López, secretario de la Asociación Española de Profesionales del Turismo.

Desplome de cifras

Las acciones del touroperador en la bolsa de Frankfurt, en la que cotiza, han caído por encima del 3,4 por ciento tras el anuncio de los recortes en la plantilla. Además, la Junta Ejecutiva de la compañía ha decidido abstenerse de dar a conocer su pronóstico anual, reevaluado a mediados del mes de marzo, posiblemente para no ahuyentar a sus inversores.

En su primer semestre del año (que comienza en octubre), el grupo ha sufrido una pérdida neta de 892,2 millones de euros, es decir una caída del 160 por ciento respecto al año anterior. Entre enero y marzo, el desplome fiscal ha sido del 10 por ciento respecto a la caída del volumen de negocio a causa de la pandemia. De hecho, en el segundo trimestre, la compañía ha perdido 763,6 millones de euros, un 274,7 por ciento más que un año antes.

El pasado mes de abril, los bancos proporcionaron, además, una línea de crédito adicional de 1.750 millones de euros al touroperador que permitió asegurar la liquidez a corto plazo. En la actualidad, TUI cuenta con una liquidez de 2.100 millones de euros, aunque según estima su CEO, cada mes y a causa de las restricciones, TUI pierde 250 millones de euros en efectivo, algo que no podría soportar la empresa si la situación se prolonga en el tiempo.

Por esta razón, Joussen urge a abrir cuanto antes sus hoteles. Se prepara para dar los primeros pasos en Alemania, donde prevé implantar medidas de distanciamiento físico: “Inventaremos las vacaciones de 2020 de nuevo”. En los próximos días abrirán Los primeros hoteles de TUI en Sylt y Mecklenburg-Western Pomerania.

Mientras, en España…

Conviene recordar que TUI posee buena parte del control de la oferta de turismo en Canarias con 29 hoteles de gestión directa y 1.200 trabajadores que podrían verse afectados por la decisión de la compañía de reducir gastos. De hecho los canarios ya han comenzado a padecer los efectos del declive financiero de TUI.

Esta misma semana, las patronales hoteleras canarias enviaron una carta conjunta a la directiva de TUI a través de la cual manifestaron su rechazo al plan de pagos anunciado por el touroperador alemán y que estaría condicionando los pagos a los hoteles en función del tiempo que tarden en estar activos. El conglomerado podría dejar a deber a los empresarios canarios hasta el 75 por ciento de las cantidades, algo que, según denuncia la patronal canaria, “se trata de una práctica que podría interpretarse como abuso de posición de dominio”.