El caos provocado por el Gobierno en el sector energético tiene tres consecuencias inapelables: ha subido el recibo de la luz, la inseguridad jurídica para las empresas es absoluta y el déficit de tarifa (lo que debe el Estado a las eléctricas) sigue creciendo. El Ministerio de Industria invalidó su propia reforma energética y, por tanto, ni compañías españolas ni extranjeras saben muy bien en que escenario se mueven. Mientras esto es indiscutible el Gobierno afirma que el recibo de la luz ha bajado, lo que difícilmente casa con la percepción que tienen los españoles, tanto en sus hogares, como en la industria. La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) ha hecho público un informe en el que se enfrentan a subidas de un 30% en el recibo de la luz, lo que les aboca a una situación más que complicada.

La "reforma" de Soria se come el "ahorro" laboral
Unesid encargó un estudio a la consultora KPMG para evaluar el impacto de las medidas del ministro de Industria y las conclusiones son contundentes: ni más ahorro, ni más beneficio ni más competitividad. El director general de la asociación, Andrés Barceló, manifestó en la presentación del informe que  la subida de la luz "se ha comido todos los ahorros de la reforma laboral en nuestras empresas. Se han reducido plantillas y ajustado la producción, y con lo que queda se han hecho reducciones salariales. Y ahora, esos ahorros se los ha zampado la subida de la luz". La patronal siderúrgica considera que la subida de la luz ha implicado una pérdida clara de competitividad, según recoge Europa Press.

Alarma: hay empresas que entrarán en pérdidas
España tiene 21 acerías (industrias siderúrgicas) que encabezan la lista de grandes consumidores de luz (una media de 9 teravatios hora), hasta la reforma del PP contaban con precios especiales para grandes consumidores, a los que el Ministerio de Industria ha puesto fin con el llamado "mecanismo de interrumpibilidad", una palabreja para definir un recorte de 200 millones de euros al año en el presupuesto con el que se compensaba a las siderúrgicas para que pararan su actividad cuando lo requiere el sistema eléctrico, como por ejemplo en picos de consumo que pueden derivar en apagones.

Andrés Barceló ha manifestado que entre la subida de la luz, cercana al 30% para grandes consumidores, más el recorte en la compensación por interrumpir producción, algunas empresas pasarán de ebitda (beneficio bruto) "positivo a otro negativo", lo que las dejará "fuera de mercado" y hacer inviable su funcionamiento. Unesid ha recordado que ya el pasado mes de diciembre muchas plantas siderúrgicas tuvieron que parar actividad durante varios días por el elevado precio de la luz.