Los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) acometidos por empresas españolas se han disparado desde la entrada en vigor de la reforma laboral del PP, que abarata el despido y prácticamente da vía libre al empresario quitando a los jueces la potestad de dirimir si la rescisión del contrato es justa o no. Todo un recorte de derechos que supone un retroceso brutal en los logros sociales conquistados durante la Democracia. El total de trabajadores afectados por ERES en los ocho primeros meses del año era de 299.000, un 53% más que en el mismo período de 2011.

Los datos del Ministerio contra la ministra
La ministra de empleo, Fátima Báñez ha afirmado sin ningún tipo de rubor que su reforma laboral ha sido "muy beneficiosa" porque ha permitido a las empresas ser "más saludables", es decir, le preocupan mucho las empresas y nada los trabajadores. Por cierto, las empresas son competencia de los ministerios de Economía y Hacienda.

Tan solo 24 horas después de presumir que la reforma laboral del PP ha convertido a las empresas españolas en "más saludables", el propio Ministerio de Empleo (trabajo) que ella dirige ha hecho públicos unos datos demoledores: efectivamente, la reforma laboral del PP solo beneficia a las empresas y perjudica, y muy seriamente, a los trabajadores.

Entre otras cosas los datos dicen que los ERES, concebidos para la flexibilización interna de horarios y reparto de trabajo antes de recurrir al despido, se utilizan para todo lo contrario. Con la reforma laboral del PP ha habido más despidos colectivos que reducciones de jornada laboral.

Según el Ministerio, el número de trabajadores sujeros a ERES que acabaron despedidos aumentaron en un 27,6% respecto al total de despidos el pasado mes de agosto, cuando en el mes de julio representaban solo el 15%. En total en agosto 7.504 asalariados fueron despedidos vía ERE.

En 8 meses casi 300.000 trabajadores bajo ERE
Solo en el mes de agosto los expedientes de regulación de empleo afectaron a 27.186 trabajadores. En los ocho primeros meses de este año la cifra total era de 299.021, lo que supone un incremento del 53% respecto al mismo período de 2011. El incremento es espectacular a partir de la entrada en vigor de la reforma laboral del PP, que entre otras cosas elimina la obligatoriedad de que los ERE tengan que ser aprobados por el Ministerio y que tengan que ser pactados entre empresas y trabajadores. Además amplia el número de motivos que pueden alegar las empresas para reducir sus plantillas. En definitiva, el empresario puede hacer un ERE cuando lo considere oportuno, sin tener que pedir autorización alguna ni negociarlo con nadie. Resultado, más despidos y más parados.