El Tesoro Público ha colocado 2.589 millones de euros en tres emisiones de bonos con distintos vencimientos, el importe más bajo establecido para la emisión de este miércoles, que oscilaba entre 2.500 y 3.500 millones de euros, y ha subido el interés de todas ellas.

De los 2.589 millones de euros adjudicados hoy, 1.127 millones lo han sido a tres años con un interés marginal del 2,96 %, por encima del 2,41 % de la anterior subasta, en tanto que otros 973 millones con vencimiento en 2016 se han adjudicado al 4,368 %, superior al 3,478 % precedente.

Los 489 millones de euros restantes, cuyo vencimiento está fijado para octubre de 2020, se han colocado al 5,363 %, tres décimas por encima del 5,194 % al que se colocó esta referencia en la última emisión.

No obstante, la demanda de las entidades ha superado los 6.500 millones de euros, con lo que el ratio de cobertura, o proporción entre la demanda y el importe finalmente adjudicado, ha sido de 2,5 veces.

Los inversores no confían en el milagro de la derecha
Las dudas de los inversores ante la situación de España y su capacidad para cumplir con los objetivos de déficit se hacían patentes también en el mercado secundario de deuda, en el que la rentabilidad del bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán del mismo plazo permite medir el riesgo país, se disparaba tras la puja española. Al cierre ha repuntado hasta los 350 puntos básicos.

Rumores de rescate
Los inversores acuden cada vez más a la deuda alemana tras la difusión de rumores en el mercado que apuntan a que España necesita acudir al fondo de rescate para sanear el sector financiero, una posibilidad que han descartado tanto el ministro español de Economía, Luis de Guindos, como la Comisión Europea.

De Guindos también ha rechazado las declaraciones del economista jefe de Citigroup, Willem Buiter, quien ha asegurado que España puede evitar la reestructuración de su deuda y la situación de impago siempre y cuando profundice en las reformas fiscales y estructurales emprendidas por el Gobierno.

El ministro ha confirmado que la economía española caerá en el primer trimestre de año y ha previsto un semestre "extremadamente duro y difícil", aunque ha confiado en que la economía se estabilice a partir de junio.