Jordi Sevilla, senior advisor de Llorente y Cuenca, asegura que están empezando a escucharse los primeros ruidos sobre el repunte de la inflación, especialmente en Estados Unidos y en países europeos como Alemania. “Y ello, justo cuando empezábamos a detectar las primeras señales de un incipiente proceso de recuperación, que además podría perder fuelle a medida que la cuarta ola de contagios se va abriendo paso en los países europeos”, explica el economista.

El experto recalca que en Italia y Francia vuelven a estar en confinamiento y que Alemania ha frenado su desescalada, lo que califica como “malas noticias”. Sevilla asegura que “detrás de este repunte de la inflación se encuentran los paquetes de estímulo aprobados por Estados Unidos y la Unión Europea para hacer frente a la pandemia”.

Además, en el caso de Estados Unidos, se suma el rápido avance de la campaña de vacunación, que podría adelantar y dar un renovado impulso a la recuperación de la actividad, conduciendo a un sobrecalentamiento de la economía. El aumento de los precios de materias primas como el petróleo aumenta también la presión sobre la inflación.

Como resultado, asegura Jordi Sevilla, “las expectativas de inflación se han disparado en las últimas semanas. Especialmente en Estados Unidos, donde las expectativas a cinco años han alcanzado niveles máximos de hace una década”. El experto de Llorente y Cuenca avanza que los analistas y los mercados ya están empezando a preocuparse, especialmente en Europa, “donde la inflación ha brillado por su ausencia durante años”.

Sevilla explica que la inflación “a duras penas ha avanzado a un ritmo del 1% anual durante los últimos seis años, y de golpe en febrero dio el salto hasta el 0,9%, desde el -0,3% al cierre del año 2020”. Los mercados de renta fija se han hecho eco de estos temores, lo que se traduce en repuntes de los tipos de interés soberanos.

El BCE mantiene la calma

Sin embargo, el experto hace un llamamiento a la tranquilidad de los mercados, recordando que el BCE mantiene la calma e interpreta el repunte de la inflación como un fenómeno temporal. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, garantiza la continuidad de sus políticas para evitar el endurecimiento de las condiciones financieras.

“Esto último es clave para que la recuperación, todavía muy frágil e incipiente en el viejo continente, pueda consolidarse y llegar a buen puerto”, recalca Sevilla. El economista reconoce que “a priori, parece que no hay nada que temer, al menos siempre y cuando el repunte de la inflación no obligue a precipitar la retirada de los programas de estímulo en marcha y a cambiar la orientación de la política monetaria acomodaticia del BCE”.

Así, considera que el temor debería ser que, a medida que la economía comience a coger velocidad, a partir del segundo semestre del año, por el levantamiento de las restricciones y de la materialización de la demanda embalsada de las familias, “las expectativas de inflación sigan creciendo y propicien el fin de los estímulos y el endurecimiento de la política monetaria”.

“Algo por lo que, por cierto, Alemania y otros países de su círculo ortodoxo no dudarían en apostar. Las consecuencias que ello tendría son evidentes, y nada buenas: la senda de la recuperación se truncaría y se desencadenarían enormes turbulencias en los mercados financieros”, continúa Jordi Sevilla.

El economista termina su análisis asegurando que parece evidente que la inflación irá recuperando dinamismo a lo largo de los próximos meses y se convertirá en una variable más a tener en cuenta. “Su comportamiento será volátil y difícilmente previsible, lo que nos obligará a no perderla de vista. Quizá sea pronto todavía para preocuparse, pero sí deberíamos, en todo caso, ir pensando en redefinir las reglas de estabilidad presupuestaria y monetaria para adaptarlas a los nuevos tiempos, muy alejados de la vieja y peligrosa austeridad”, recalca.