A estas horas, el Partido Popular es un auténtico polvorín. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, siembra las dudas sobre su futuro mientras señala a Vicent Mompó, presidente de la Diputación de Valencia, como su relevo al frente de la formación y eventual candidato popular para las elecciones. Al mismo tiempo, ha paralizado la remodelación del Consell, que estaba prevista para este lunes, incrementando el ruido sobre su continuidad e inclusi alimentando los rumores de una posible dimisión. Entre tanto, desde la trinchera, el que fuera jefe del Ejecutivo valenciano hasta 2011, Francisco Camps, ya prende la mecha electoral en la región y convoca un acto multitudinario, aunque lo fija para el próximo mes de septiembre. 

El expresident de la Generalitat y del PP de la Comunitat Valenciana, Francisco Camps, lleva un tiempo avisando de su regreso y proclamando que arde en deseos de volver a la primera línea política; territorialmente hablando, claro. Durante este año, ha organizado diversos actos para recuperar el foco mediático tras una larga estancia en el último cajón por sus líos judiciales. Delitos que fueron exonerados y que le imputaban durante 15 años. Pero esa etapa pasó - dijo Camps - y anhela cabalgar de nuevo a lomos de la formación conservadora.

Este pasado mes de julio anunciaba su intención de competir en la carrera por presidir el Partido Popular valenciano cuando se convocara el congreso regional del partido. Incluso llegó a comprometerse a ser leal a Alberto Núñez Feijóo y ayudarle para llegar al Palacio de La Moncloa. “Vengo a dar un paso hacia adelante con la intención de que mi partido vuelva a tener como objetivo la mayoría absoluta en la Comunidad Valenciana”, aseguró ante los micrófonos de Radio Nacional de España (RNE). Reivindicó su “derecho legítimo” a postularse dentro del partido, además de apostillar que dio el aviso a Génova antes de tomar cualquier determinación.

Francisco Camps zarandea el tablero valenciano con un acto multitudinario en el momento de máxima debilidad de Mazón.

De ahí, que Camps aproveche el momento de mayor debilidad del partido para regresar a la picota tras unos meses de cierta calma chicha. Lo ha hecho a través de un cartel difundido a los medios de comunicación, sin logo ni referencia alguna al Partido Popular o al actual presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Una imagen cuyo centro lo domina una fotografía del otrora dirigente del PP valenciano y un texto que reza lo siguiente: 'La Comunidad Valenciana del futuro próximo. Una visión para todos'.

Declaración de intenciones en forma de acto multitudinario, Camps aprovecha para convocar no sólo a los medios, sino también a quien lo desee, a asomarse a la sala Ausias March de la Fundación Bancaja el próximo 4 de diciembre. Un evento que organiza, según el propio cartel difundido por el equipo del expresident, el Foro Pedro Agramunt, y que arroja más leña al fuego de un Partido Popular que navega en un momento de “absoluta debilidad”.

Tiempos mejores

Así lo destacó en la citada entrevista el propio Francisco Camps, donde relató que ya en 2019 se juntaron un grupo de personas para analizar la situación del PP en la región. “Nos dimos cuenta de que el partido estaba perdiendo fuelle en Valencia”, explicaba. De ahí que la tesis del expresidente profundice en que los problemas no se circunscriben sólo a la DANA de octubre de 2024, sino que es “muy anterior”. “Ha ido perdiendo fuelle, el número de compromisarios ha bajado en relación con el resto de España”, abundaba mientras recordaba la “época dorada” que vivieron las siglas conservadoras cuando él dominaba el territorio valenciano. Lo definió incluso como un “partido exultante, con una vida interna espectacular”. Precisamente esa lucidez – confiesa – es la que busca recuperar.

Tras sobrevolar por su dimisión tras su tercera mayoría absoluta, celebró con cientos de personas se acercaran de nuevo a un acto suyo para “escuchar que vuelvo a comprometerme al máximo nivel posible, que es el autonómico” y con lealtad “absoluta” al líder del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, ponderó que su proyecto lleva un tiempo gestándose. Para ello, se valió del expresidente de la Diputación de Valencia, Emilio Llopis, para recoger adhesiones a un proyecto político que contaba con más de un millar de avales para respaldar su candidatura a la presidencia del PPCV.

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