El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha certificado este viernes el porcentaje de subida del que disfrutarán todas las pensiones contributivas de cara a 2025. Para calcular este ascenso, contemplado por ley desde 2021 para garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas y cuya primera aplicación se produjo en 2022, se atiende a la media inflacionaria entre los meses de enero y noviembre, dado que el dato confirmado del Índice de Precios de Consumo (IPC) de diciembre llega una vez comenzado ya el nuevo año. El INE ha confirmado este viernes el dato de noviembre y el aumento será del 2,8%.

La medida beneficiará a 10,3 millones de pensiones, repartidas entre alrededor de 9,3 millones de pensionistas. “Es una garantía de tranquilidad para los diez millones de pensionistas de nuestro país, ciudadanas y ciudadanos que han trabajado y cotizado durante décadas”, ha celebrado la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. “El mantenimiento del poder adquisitivo es un derecho de los pensionistas y, gracias a él, con la publicación del dato definitivo del IPC de noviembre ya sabemos el porcentaje del aumento de las pensiones contributivas para el año próximo”, ha añadido.

¿Cuánto sube cada pensión?

Los datos de Seguridad Social apuntan que la revalorización supondrá, aproximadamente, 600 euros adicionales al año para las personas con una pensión media de jubilación, mientras que las pensiones medias del sistema (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares) aumentarán en torno a 500 euros anuales. Este incremento beneficiará a los cerca de 9,3 millones de personas que reciben 10,3 millones de pensiones contributivas, además de las 720.148 pensiones correspondientes al Régimen de Clases Pasivas del Estado, que también se revalorizarán con el mismo índice.

Así, un pensionista que perciba una pensión de 1.441 euros al mes (pensión media de 2024 de jubilación) pasará a recibir en 2025 una pensión de 1.481,35 euros mensuales, lo que supone un incremento anual de 564,87 euros. La fórmula utilizada para calcular la revalorización del próximo ejercicio, explica el Ministerio, es la establecida por la Ley 21/2021, de 28 de diciembre, mediante la cual se fijó la garantía del poder adquisitivo de las pensiones y de otras medidas de refuerzo de la sostenibilidad financiera y social de sistema público de pensiones.

La paga extra ya está en los bolsillos

El mes de noviembre ha sido dulce para los pensionistas. Con él se certifica la subida de las pensiones ajustada al aumento del precio de la vida y, a la par, llega la paga extra. Esta llegó ya a finales de noviembre, tal y como confirmó Seguridad. El abono de la nómina ordinaria de noviembre ascendió 12.941 millones de euros, a la que hubo que sumar la paga extraordinaria, por un importe de 12.624,2 millones de euros.

La pensión media del sistema de la Seguridad Social se situaba a fecha de noviembre, gracias a la subida conforme al IPC del año anterior, en los 1.260,9 euros este mes, un 5,3% más que en el mismo mes del año anterior. La cuantía es bastante más alta para los jubilados, que disfrutan de una pensión media de 1.448,8 euros mensuales, un 5,2% más que en el mismo periodo de 2023, y han recibido una paga extra de 1.428,5 euros.

Las jubilaciones demoradas crecen

Los datos de pensiones relativos a 2024 también constatan un cambio de tendencia en el momento de solicitar la pensión de jubilación. Entre enero y octubre de 2024, último dato disponible, se han registrado 305.702 nuevas altas en pensiones, pero su naturaleza ha variado en comparación con hace un lustro. El análisis de los datos realizado por Seguridad Social señala que la cifra de jubilaciones anticipadas se ha reducido considerablemente y se sitúa por debajo del 30% del total (29,1%). Son 88.860, lo que supone un descenso del 10,9% de jubilaciones anticipadas respecto a 2019, cuando se anticipaba el 40% de las nuevas jubilaciones.

La amplia mayoría, el 70,9%, siguen siendo aquellas personas que acceden a la jubilación con edad ordinaria (216.772). Sin embargo, otras de las novedades es que el 9,4% de las altas correspondieron a la modalidad de jubilación demorada, frente al 4,8% que suponían en 2019. Como resultado del retraso voluntario del momento de retiro, presentan desde Seguridad Social, la edad media de acceso a la jubilación se sitúa en 65,2 años, cuando en 2019 era de 64,4.