El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, comúnmente conocido como la hucha de las pensiones, ha cerrado el mes de septiembre con 8.356 millones de euros, lo que representa el nivel más alto desde diciembre de 2017. El montante total alcanzaba ya en el mes de mayo los 7.022 millones de euros y, aunque todavía está lejos de aquellos 66.000 millones a los que llegó en 2011, la senda es más positiva de lo que se esperaba, especto que ha llevado al Gobierno a mejorar sus previsiones para el conjunto del año.
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones espera ahora que la hucha concluya el año con cerca de 9.300 millones de euros acumulados, 300 millones más de lo que se esperaba en las anteriores estimaciones. El Fondo alcanzaba en 2023 con 5.578 millones de euros y ha recibido en lo que va de este año 2.623 millones de euros más en aportaciones. Esto ha sido posible gracias al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que sustituyó al anterior factor de sostenibilidad el pasado curso.
El MEI, que es un porcentaje de la cotización por contingencias comunes repartido entre la empresa y el trabajador con la misma distribución que en las cotizaciones sociales ha sumado 314,7 millones de euros en dotaciones solo en el mes de septiembre, a las que se sumarán las correspondientes a los tres últimos meses del año. La ministra del ramo, Elma Saiz, ya había adelantado que el Fondo de Reserva superaría los 9.000 millones de euros previstos al final de este ejercicio y este lunes lo ha confirmado el departamento.
La reforma de pensiones contempla la subida progresiva de la cotización adicional que establece el MEI y principalmente asumen las empresas, nutriendo con aproximadamente 300 millones mensuales al fondo. Las aportaciones de este mecanismo suponen 0,7 puntos porcentuales de la cotización por contingencias comunes en 2024 (0,58% empresa y 0,12% empleado), y crecerán una décima cada año hasta situarse en 1,2 puntos porcentuales en 2029 (1% empresa y 0,2% empleado).
Esta cotización adicional, asumida en mayor medida por el empleador, no está afectando negativamente al empleo, tal y como evidencian los datos laborales y han confirmado desde Seguridad Social. El aumento de la afiliación y los salarios beneficia a las presentes y futuros pensionistas, dado que la recaudación para la hucha es mayor, pero la llegada de a la jubilación de la generación del baby boom amenaza. La pirámide se agranda en su parte superior, mientras las generaciones más jóvenes no cuentan con los recursos suficientes para tener hijos, realidad que podría obligar a asumir futuras actuaciones o revisar las aplicadas.
Lejos quedan las políticas de recortes aplicadas por el Gobierno de Mariano Rajoy durante la crisis financiera, que vaciaron una hucha de las pensiones que contaba con más de 60.000 millones de euros cuando llegó a las manos del líder del Partido Popular (PP). No obstante, para garantizar que la hucha continúa creciendo y las pensiones de los jubilados continúan creciendo conforme a inflación es vital la revalorización de los salarios de los más jóvenes que, a su vez, se traduciría en un incremento de la contribución.