El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha destacado en una entrevista concedida a Ondacero el proceso de "normalización" en el que se encuentra inmersa la economía española y ha asegurado que este año se registrará una desaceleración del crecimiento y del empleo. No obstante, el exministro español de Economía ha destacado que el país cuenta con dos aspectos positivos, como un sistema financiero saneado, así como una economía competitiva con superávit de la balanza de pagos.

"El 2023 será un año complejo para el conjunto de la eurozona", ha resumido el vicepresidente del BCE, aunque ha destacado que en los dos últimos meses se ha modificado la percepción de la evolución de la economía. "Somos algo más positivos la Comisión Europea y el BCE", ha afirmado. En cuanto a la inflación, Guindos ha señalado que la reducción registrada en los últimos meses se ha producido desde niveles muy elevados, por lo que la referencia sigue claramente por encima del objetivo del banco central.

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En lo referido a la inflación, el exministro reconocio la semana pasada que la autoridad monetaria de la que es vicepresidente cometió un error al subestimar su alcance. Desde los bancos centrales, aseguró, se pronosticaba que la situación sería temporal y no se enquistaría. "Todos subestimamos la persistencia de la inflación", reconoció. Esta falta de previsión ha propiciado la subida desmedida y veloz de los tipos de interés, política económica que continuará. "La batalla contra la inflación aún no ha terminado", lamentó.

Sobre estas subidas de tipos futuras, ha insistido en que el Consejo de Gobierno del BCE irá "partido a partido" en sus decisiones, que adoptará en función de los datos. "La inflación es el principal problema económico de la zona euro en los últimos meses y si queremos una recuperación sana es importantísimo que se reduzca", ha sentenciado.

Política fiscal

Por otro lado, el vicepresidente del BCE, que ha expresado su intención de cumplir los más de tres años de mandato que le restan en la entidad, ha insistido en que la política fiscal no debería entrar en conflicto con la política monetaria, ya que esto puede obligar a reaccionar con mayor intensidad al banco central.

De este modo, ha reiterado una vez más que la política fiscal debe ser selectiva y no consistir en ayudas generalizadas, sino en subsidios, subvenciones y bajadas de impuestos focalizadas en los más vulnerables. A este respecto, ha recordado la importancia de evitar una espiral de precios y salarios que "no beneficia a nadie", situación que no se ha producido ni existen indicadores que así lo muestren.

Impuesto a la banca

Asimismo, el mandatario del BCE ha señalado la complejidad de introducir un tope a las hipotecas ante la subida de los tipos de interés, advirtiendo de que puede tener efectos negativos colaterales. "Es complicado (topar)", ha subrayado Guindos, para quien "en Economía el camino al infierno está lleno de buenas intenciones" y mensajes aparentemente adecuados que pueden tener consecuencias y hacer que las entidades dejen de conceder hipotecas a determinados grupos.

Por otra parte, ha recordado que el informe del BCE sobre el impuesto temporal a la banca aprobado en España "no es el informe de Luis de Guindos", apuntando en tercera persona que el vicepresidente del BCE "no es tan poderoso" como para modificar los informes del banco central. No obstante, a este informe se agarra ahora el sector bancario español para recurrir el gravamen que grava sus beneficios extraordinarios, a pesar del revés que la Autoridad Bancaria Europea le ha sestado este lunes.