Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha reconocido que la autoridad monetaria de la que es miembro cometió un error al subestimar el alcance de la inflación. Desde los bancos centrales, asegura, se pronosticaba que la situación sería temporal y no se enquistaría. "Todos subestimamos la persistencia de la inflación", ha reconocido. Esta falta de previsión ha propiciado la subida desmedida y veloz de los tipos de interés, política económica que continuará, ha adelantado. "La batalla contra la inflación aún no ha terminado", ha lamentado.

"Los bancos centrales y muchas otras organizaciones creyeron durante mucho tiempo que el aumento de la inflación era temporal. Tengo que admitirlo: eso fue un error", ha señalado Guindos en una entrevista concedida al periódico alemán Süddeutsche Zeitung. Si bien el BCE dejó de comprar activos netos relacionados con la pandemia en diciembre de 2021 y comenzó su rally alcista en julio de 2022, el vicepresidente del organismo ha admitido que, analizando la situación en perspectiva, “se debería haber comenzado a reaccionar incluso antes".

Más allá de reconocer el error, Guindos ha asegurado que, para reducir el elevado dato de la inflación, las subidas de tipos tendrán que seguir produciéndose, y lo harán próximamente. Actualmente, la inflación de la zona euro se sitúa en el 8,5%, después de reducirse más de medio punto desde el 9,2% de enero. A pesar de que la inflación europea ya ha comenzado su senda descendente, el Consejo de Gobierno del BCE decidió elevar en 50 puntos básicos los tipos de interés y anticipar otra probable subida de igual magnitud en su reunión de marzo.

"Luego veremos qué haremos. No descartaría más subidas de tipos después de marzo. La batalla contra la inflación aún no ha terminado", sostiene el exministro español. "No descartaría más subidas de tipos después de marzo", advierte, ya que la tasa de inflación subyacente de la zona euro se mantiene en máximos históricos. A pesar de una evolución positiva de los precios, "todavía deberíamos estar preocupados por la inflación" por la reapertura económica de China, ha trasladado.

Carga contra los salarios

"Debe evitarse una espiral de salarios y precios", aconseja Guindos, advirtiendo de que las partes implicadas en las negociaciones salariales en curso pueden estar recordando la alta inflación del año pasado cuando se espera que esta disminuya en el transcurso del año, con un 3,6% en el último trimestre de 2023. "Sin embargo, los sindicatos pueden inclinarse a pedir aumentos salariales excesivos. Debemos tener cuidado", ha apuntado, a pesar de que no existe prueba constatada de que las subidas salariales aprobadas hasta el momento hayan producido esta situación.

"En una espiral de salarios y precios nadie gana", ha añadido. En este sentido, el economista español apuesta por que los gobiernos ofrezcan apoyo a los más afectados mediante la introducción de subsidios específicos para mitigar el impacto de la inflación, permitiendo así reducir las demandas salariales y que el BCE no tuviera que endurecer tanto su política monetaria. "Eso beneficiaría a todos", ha concluido.

Última subida de tipos

El Banco Central Europeo (BCE) aprobó una nueva subida de los tipos de interés de 50 puntos básicos a principios de enero. Una vez concluida la reunión, el índice que determina el precio del dinero se sitúa en el 3%, alcanzado ya el valor del 3% que se preveía alcanzar antes de la próxima primavera. Esta es la quinta subida consecutiva que acomete la entidad europea, que repite el incremento de la aprobada a mediados de diciembre. Así, los saltos de 75 puntos básicos parecen haber quedado atrás, la última fue en octubre, dejando paso a avances más moderados. No obstante, la realidad es que el ‘rally alcista’ que el BCE inició en verano continúa su andanza, lo que encarecerá las hipotecas una vez más.

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El Euríbor, índice al que están ligadas las hipotecas y que crece conforme lo hacen los tipos de interés, seguirá la senda ascendente que comenzó desde que se abandonar los tipos negativos. Cabe señalar que su subida no afectará a todos los préstamos hipotecarios, sino solo a los de tipo variable que tengan prevista una revisión próxima y a las nuevas hipotecas que puedan firmarse, tanto variables como fijas, ya que el tipo fijo también se ve afectado por el incremento del variable.