La escasez de semiconductores (chips) a nivel mundial ha puesto en jaque a los sectores automovilístico y tecnológico. Sin embargo, esta crisis, acentuada por la falta de suministros, las restricciones respecto a la movilidad y la continuidad de la pandemia no son los únicos elementos que afectan al sector.

La guerra que libran las criptomenedas y su volatilidad en el mercado agudizan los problemas de la escasez de estos productos. ¿Por qué? El minado de criptomoedas requiere de procesadores (GPUs) de elevada potencia que ahora se encuentran en mínimos respecto a la oferta de semiconductores.

Especialmente esta situación está afectando a los fabricantes de videoconsolas, como la PlayStation 5, o a la telefonía móvil cuyos pedidos se han visto demorados sine die y los nuevos lanzamientos - algunos programados por compañías como Apple o Samsung- han quedado detenidos en el tiempo.

Actualmente, el 90 por ciento de los semiprocesadores se fabrican en Taiwán por lo que dada la sensibilidad política en la que se encuentra el país respecto a otros gigantes asiáticos, como China, podría poner entre la espada y la pared a los demandantes de este producto.

De hecho tal es la dependencia como productor de chips que el Gobierno del país ha priorizado las ayudas a las fábricas de chips y ha decidido suspender el riego de las tierras agrícolas en lo que está siendo la peor sequía que atraviesa Taiwan en 50 años. ¿Por qué? Según la Agencia de Recursos Hídricos de Taiwán para el país es más beneficioso que la industria de semiconductores pueda seguir funcionando, aunque cada planta llegue a consumir 63.000 toneladas de agua al día que la producción agrícola se mantenga viva. La idea de que terceros países acudan a otros mercados supondría unas pérdidas de alrededor de 500.000 millones de euros para la industria taiwanesa. Es decir, se paralizaría el sector tecnológico.

Ante esta situación, algunos países, como Estados Estados Unidos, están intentando trasladar o crear sus propias plantas de producción. Un ejemplo de ello es el de Intel ha invertido 17.000 millones de euros en dos nuevas fábricas en Estados Unidos. Por su parte, desde la Unión Europea se están destinando fondos comunes para la creación de una industria de chips propia. Un ejemplo de ello es la ‘spin off’ de Siemens, con sede en Holanda que a cuenta con 40.000 empleados en todo el mundo.

Según la compañía Intel, la escasez del producto impactará en el consumidor final, el ciudadano, debido a la alta demanda de las empresas que necesitan chips y por ende  a la subida del precio del producto final. De hecho, según Pat Gelsinger, CEO de la compañía, “se necesitarán un par de años para poder hacer frente a esta creciente demanda”

La difícil relación entre las criptomonedas y los chips

Pero, ¿qué tiene que ver esta situación con las criptomonedas? Actualmente, el mercado volátil de las criptomonedas mantiene a los ‘brokers’ del sector en vilo. En los últimos días, el ascenso del Ethereum -15 por ciento de capitalización total- ha puesto contra las cuerdas al bitcoin, que representa el 46 por ciento del valor total del mercado. De hecho el experto de Evercore ISI, Rich Ross, ha fijado un precio objetivo de 3.250 euros para el ether.

Es decir, la guerra abierta entre las diferentes criptomonedas  que se emplean en el mercado virtual podría poner entre entre la espada y la pared a los fabricantes de videoconsolas o de servidores en la nube. La industria se encuentra actualmente muy presionada.

Soluciones

Algunas compañías, como Nvidia han anunciado que las próximas tarjetas gráficas que lancen al mercado contarán con un limitador de criptomonedas. A la vez que pretenden  crear tarjetas gráficas diseñadas específicamente para el minado de monedas virtuales de la gama CMP.

Y es que, el problema radica en que para minar criptomonedas se necesitan hardwares y una potencia de proceso de gran calibre. Es decir, los mineros de criptomonedas necesitan tarjetas gráficas más potentes cuyo proceso, en estos momentos y debido a la crisis sanitaria global que vivimos, se ha visto paralizado.

Otras compañías como ASIC proponen la creación ordenadores especializados sólo para el minado de criptomonedas cuyo consumo continúa siendo altísimo aunque permitiría ganar 196 euros al día  a los mineros en ethereums, que se encuentras en estos momentos a la vanguardia frente al Bitcoin.