El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el proyecto de ley para la reducción laboral hasta las 37,5 horas semanales, sin merma salarial. Tres meses después de sacar adelante el anteproyecto y tras aplazarlo una semana por la incursión total del apagón en el último encuentro de los líderes de carteras, el Gobierno da el último paso antes de que la norma llegue al Congreso de los Diputados. Allí, deberá reunir una mayoría suficiente para implementarse de forma definitiva.

“Esta medida va a mejorar la vida de más de 12 millones de personas trabajadoras”, ha celebrado la ministra de Trabajo y Economía Social. Yolanda Díaz también se ha acordado de los que preveían la hecatombe con la aprobación de la reforma laboral, aprovechando los datos positivos de empleo publicados este martes, y ha asegurado que son los mismos que en este momento están en contra. “Se equivocaron entonces y lo harán ahora”, ha añadido, garantizando que la reducción de jornada “saldrá adelante” aunque digan lo contrario.

Más allá de los pronósticos de Díaz, para saber si finalmente todos los trabajadores ganan en derechos habrá que esperar varias semanas, cuando ya se hayan superado todos los trámites parlamentarios y se produzca la votación final. Hasta entonces, se abre el plazo de las negociaciones entre partidos con el foco puesto especialmente el Junts per Catalunya y el Partido Popular (PP), las dos derechas más cercanas a las patronales, que actualmente no parecen por la labor de dar su brazo a torcer, siguiendo las directrices del mundo empresarial.

¿Quiere Feijóo dañar su país?

“Es una medida de consenso en la calle y es el momento de que los grupos políticos se posicionen”, ha defendido la también vicepresidenta segunda. “Está en sus manos decir si están a favor de la gente trabajadora de este país o están representando otros intereses”, ha lanzado un mensaje a los partidos de derechas que se están planteado dejar caer una medida para “trabajar menos y vivir mejor”. Asimismo, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha querido centrar el discurso en el PP y su mandatario.

Me quiero dirigir al PP”, ha comenzado Díaz, que ha recordado las maniobras de los conservadores para tumbar la reforma laboral y que finalmente quedaron en nada por el error de un diputado del PP. “Feijóo duda de si tumbar la reducción de la jornada y hacer lo mismo que intentó con la reforma laboral, o deberse al conjunto de los trabajadores de nuestro país; es decir, dirigirse también a las personas que les votan”, ha apuntado, antes de lanzarle varias preguntas: “¿Va a maniobrar para tumbar la reducción? ¿Va a hacer lo que hizo con la reforma laboral? ¿Quiere dañar a su país?

Nuevo registro horario y desconexión

El proyecto de ley de la reducción de jornada va mucho más allá de establecer los tiempos máximos de trabajo en las 37,5 horas sin perder salario por ello. La norma también contempla modificaciones en el registro de jornada, que pasarán a obligar a las empresas a tener un registro diario de jornada “digital objetivo, fiable y accesible”; es decir, se acabarían los registros en papel. Asimismo, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y los representantes de los trabajadores deberán tener acceso en tiempo real al registro para garantizar el cumplimiento de la rebaja.

El registro ayudará también al nuevo régimen sancionador establecido, más duro para evitar la vulneración sistemática que muchas empresas tienen como práctica. Este pasará a contar una infracción para la empresa por cada trabajador sin registro o con datos falseados en vez de una conjunta, en vez de una única para el conjunto de trabajadores afectados; y se considerará muy grave, yendo las multas de los 1.000 euros (grado mínimo) a los 10.000 euros (grado máximo).

A parte, otro de los puntos clave del proyecto es el establecimiento del derecho “irrenunciable” a la desconexión digital fuera del horario laboral, sin que esta pueda tener consecuencias negativas por parte de la empresa. Esto significa que, de aprobarse la media sin cambios en el Congreso de los Diputados, se acabarían las comunicaciones con los trabajadores más allá de su jornada laboral, quieran estos últimos o no.

“Hoy es un día de máxima importancia para nuestro país. Las medidas que hemos aprobado no son una norma más, tenemos una trayectoria de más de cinco años cambiando el mercado de trabajo, modernizando nuestro país, y hoy la reducción de la jornada laboral avanza hacia una España que va a ser mejor”, ha echado la vista atrás. “Una buenísima noticia para nuestro tejido productivo, las empresas y los trabajadores y trabajadoras”.

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