El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha explicado este martes que España afronta actualmente una recuperación más lenta respecto a la media de la zona euro: "Quizás el elemento que más destaca de la economía española, no solamente es que cayera en mayor medida el año pasado en comparación con el promedio del área del euro, sino que la recuperación está siendo algo más lenta". 

En concreto, la economía española estaría 6,6 puntos por debajo del nivel precrisis, mientras que en el área del euro se situaría solo medio punto porcentual por debajo. Aún así, De Cos ha puesto en valor que la evolución del mercado de trabajo en España está siendo mejor que la del PIB, con una afiliación efectiva. Sin embargo, algunas consecuencias de la pandemia se encuentra por ejemplo, el deterioro de las finanzas públicas o la heterogeneidad de la recuperación. A la espera de que en diciembre el Banco de España publique la revisión de sus previsiones, De Cos ha afirmado que estos ajustes supondrán una rebaja "significativa" de sus estimaciones.

Respecto al entorno exterior, como los cuellos de botella globales o el alza de los precios de las materas primas y otros costes intermedios. Sobre el alza de la inflación, el gobernador cree que tiene un elevado componente transitorio. Es decir, a los riesgos derivados de la evolución de la pandemia se han sumado los cuellos de botella en las cadenas globales de suministro y las presiones inflacionistas debido asl incremento de los productos energéticos: "Hay nubarrones a los que prestar atención y dar respuestas adecuadas desde la política económica", asegura el gobernador. 

Además, todavía se plantean incertidumbres sobre el turismo, un sector fundamental para la economía española, así como sobre la ejecución y absorción de los fondos europeos.

¿Qué políticas económicas se adoptan ante esta situación?

Hernández de Cos ha insistido en que resulta necesario evitar una retirada prematura de las medidas de apoyo monetarias y fiscales con un carácter focalizado y estar insertas en un programa de consolidación a medio plazo. Además, insiste en la necesidad de establecer una ambiciosa agenda de reformas estructurales, apoyadas también por el uso de los fondos europeos.

Además, de Cos defiende que debe permitirse el uso de los mecanismos de ajuste que proporciona la legislación para adaptar la situación específica de las empresas, mejorar los procedimientos de reestructuración de deudas y reforzar las políticas de formación y ayudas a la búsqueda de empleo. También, recomienda que el apoyo a las familias vulnerables