Antonio Garamendi, presidente de la CEOE y máximo representante de los empresarios españoles, habría sido una pieza clave para la aprobación de los fondos europeos en el ámbito político. Tal y como desvela La Razón este viernes, Garamendi fue el mediador entre el Gobierno y el Partido Popular para conseguir el voto afirmativo de la oposición al decreto de regulación del fondo europeo para la recuperación económica.
El medio asegura que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llamó al presidente de la patronal para evitar que el Partido Popular bloqueara el decreto. Garamendi habría aceptado la petición, según las fuentes consultadas por el medio, para “ganar puntos” ante el líder del Partido Socialista.
La forma de conseguirlo pasaba por utilizar a Fátima Báñez, actual presidenta de la Fundación CEOE y ex ministra del PP con Mariano Rajoy y José María Aznar, para que contactara con los dirigentes del partido y organizar una reunión que terminara con la intención de votar de forma afirmativa al decreto del Gobierno. Sin embargo, no consiguieron el sí del Partido Popular. Desde CEOE optan por no hacer comentarios por el momento ante la publicación de estas informaciones.
La estrategia de Garamendi parece que ha vuelto a enfadar a algunos de los miembros de la patronal que consideran que sigue actuando “al margen de la directiva”, tal y como confirman a La Razón fuentes internas. Asimismo, denuncian que utiliza “a Báñez a su antojo para sus fines”, recalcando que fue contratada a dedo por el presidente para ocupar un puesto en la Fundación, sin contar con el visto bueno del Comité Ejecutivo.
Báñez, presidenta de la Fundación CEOE
Hace solo unos meses, miembros de la patronal denunciaban esta contratación, tomada al margen del Comité Ejecutivo, provocando fuertes críticas al líder de CEOE. Unas críticas que continuaron cuando se conoció el sueldo anual de la ex ministra como presidenta de la Fundación CEOE, 240.000 euros.
Tal y como afirmaba La Razón, este sueldo también fue aprobado unilateralmente por Garamendi, sin contar con el resto de directivos, y denuncian que es una cifra desproporcionada para los proyectos de la Fundación. De hecho, los directivos de la patronal aceptaron la incorporación de Fátima Báñez siempre y cuando su trabajo no fuera remunerado, ya que se trataba de un proyecto solidario.
Tras la salida de José María Lacasa como presidente de la Fundación de CEOE, Garamendi optó por ascender a Fátima Báñez a la presidencia y, así, poder otorgar una remuneración económica, imprevista para el resto de socios ni aprobada por los organismos directivos correspondientes.
Más allá de las conversaciones entre CEOE y el Partido Popular, finalmente el Gobierno aprobó el decreto para la gestión de los fondos europeos con 170 votos a favor, entre ellos de partidos como Vox y Bildu.
