La exministra del Partido Popular Fátima Báñez estaría cobrando un sueldo de 240.000 euros por su puesto en la Fundación CEOE, a pesar de que en el momento de su fichaje en abril se confirmó que no tendría ninguna remuneración por su labor en un nuevo proyecto solidario de la fundación de la patronal. Así lo avanza La Razón.

Por su parte, CEOE ha asegurado a ElPlural.com que la cifra “no es correcta” y que la exministra de Trabajo recibe una “retribución de directivo”, sin hacer más comentarios al respecto.

Según el medio, el sueldo de la exministra habría sido puesto a dedo por el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, lo que habría desencadenado el malestar entre varios sectores de la patronal por decisiones “cada vez más personalistas”. De hecho, aseguran que la contratación de Báñez fue una idea personal de Garamendi.

Báñez fue fichada por el presidente de CEOE en abril con el objetivo de liderar el nuevo proyecto solidario de la Fundación CEOE “Empresas que ayudan”. En ese momento, Garamendi confirmaba que la exministra no tendría un sueldo por ello, sino que se trataría de una labor altruista.

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Decisión unilateral de Garamendi

La iniciativa se planteaba funcionar como intermediaria para canalizar las aportaciones empresariales para paliar el impacto de la pandemia, por lo que se planteó como un puesto altruista. Los directivos aceptaron la incorporación de la exministra, con la condición de que su trabajo fuera, efectivamente, no remunerado.  

Sin embargo, la salida de José María Lacasa de la Presidencia de la Fundación permitió que Garamendi colocara a Báñez en ese puesto, dotado con una remuneración económica que, tal y como aseguran las fuentes, no estaba previsto ni aprobado por la Junta Directiva ni el Comité Ejecutivo.

Incluso aseguran que no fueron informados del cambio en la situación contractual, por lo que no pudieron dar el visto bueno a la operación. Además, recalcan que era una decisión unilateral de Antonio Garamendi, al margen del Comité Ejecutivo, al que ni siquiera informó previamente.

Los directivos consideran desproporcionado el supuesto sueldo de 240.000 euros anuales que percibe Báñez, en línea con las atribuciones y proyectos gestionados. Sin embargo, La Razón matiza que la exministra pidió incluso más, llegando a solicitar hasta 300.000 euros anuales para aceptar la presidencia de la Fundación CEOE.

Preferencia pública hacia el partido político

Según las fuentes consultadas por el medio, algunos de los empresarios entienden esto como una preferencia pública hacia una exministra del Partido Popular, lo que les coloca en una posición política muy clara. Especialmente en un momento “inconveniente”, en sus propias palabras, por la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus.

No es el primer fichaje de la CEOE de exministros del Partido Popular pero, según el medio, fue el primero que se realizó de forma unilateral y sin consulta previa al consejo directivo. La decisión única de Garamendi provocó malestar entre el resto de integrantes de la patronal que aseguraban a La Razón: “Actúa como si fuera el señor de la CEOE, lo ha presentado ya como un hecho consumado”.

Tal y como afirma el medio, el presidente de CEOE ha comenzado a pagar una retribución a la exministra de Trabajo después de que se cumplieran los dos años legales de incompatibilidad de cargo público. Así, habría evitado la irregularidad de recibir un sueldo después de haber ocupado un cargo público.

Báñez también ocupa un puesto como consejera en Laboratorios Rovi desde el mes de diciembre y es consejera de Iberdrola México y Neoenergía desde el mes de septiembre.