El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha vuelto a la carga contra el Gobierno y esta vez, como ya hiciera el jueves, ha optado por la defensa Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, como principal argumento. "Ojalá en España hubiera más ‘Rafaeles’ del Pino, padre e hijo", ha apuntado, halagando al principal artífice de la marcha de la constructora española, que deslocalizará su sede social en Países Bajos. El líder de la patronal no encuentra aspectos punibles en la decisión de la compañía, cuyo crecimiento se ha debido a los concursos y la inversión pública española, que ha puesto patas arribas el ámbito político y económico.

La reacción del Gobierno ante la marcha de Ferrovial es "increíble, absurda y peligrosa”, asegura el presidente de la CEOE, que ha advertido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que señalar, con nombres y apellidos, a Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, genera "desconfianza" entre los inversores. "Se miran personas, se buscan personas y se intenta destrozar a las personas", ha denunciado Garamendi en OndaCero, sustentando su planteamiento en las críticas que han realizado miembros de la parte morada del Gobierno a empresarios como Juan Roig (Mercadona), por el elevado precio de los alimentos, o Amancio Ortega, fundador de Inditex, por las condiciones laborales de sus trabajadores.

El empresario vasco ha aludido a la libertad de mercado para justificar la marcha de la multinacional española y ha pedido “respeto” a la compañía y “aún más respeto” a los líderes de esta. "La familia Del Pino son unos grandes empresarios y creadores de riqueza en España", ha argumentado, defendiendo la normalidad empresarial que supone un anuncio como este- “Imagina un Juan Roig o un Amancio Ortega en cada provincia de España, sería maravilloso", ha ironizado Garamendi, que ha señalado los mensajes diarios de "castigo" a las empresas, emitidos por parte de miembros del Ejecutivo, trasladan un mensaje "de falta de confianza muy grande".

"En estos momentos, las empresas españolas están mirando el mercado norteamericano como mercado de futuro porque les da más confianza", ha apuntado el líder de CEOE, que considera que España debería tener al mundo empresarial "entre algodones". "Parece que cuando una empresa española se convierte en multinacional se ha convertido en un ogro", ha añadido, recuperando el argumentario victimista que el líder de la patronal ya esgrimió este jueves y que fue respondido por parte de las organizaciones sindicales.

Una empresa hecha a sí misma

"Ferrovial no le debe nada a nadie", asegura el empresario vasco, contrarrestando el argumento de la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que asegura que “se lo debe todo a España”. No coincide Garamendi con estas palabras y considera que toda obra conseguida por la compañía es fruto de un concurso público ganado legalmente. “Es su estrategia de expansión internacional, por seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y calidad de la norma. Muchas veces la palabra es confianza", ha reiterado el dirigente empresarial, que ha puesto el foco en que la empresa se traslada a un país europeo que "no es un paraíso fiscal".

“La compañía lo ha explicado, prácticamente el 85% de su negocio está fuera de España. Además, va dentro de la Unión Europea (UE), a un país europeo. Holanda, quiero que se aclare, que yo sepa es un país europeo, no un paraíso fiscal”, apuntaba este jueves. Pero lo cierto es que Países Bajos, siendo un país de la Unión Europea (UE), cuenta con un régimen fiscal mucho más laxo que genera una competencia desleal entre los diferentes Estados. Otros países, como Irlanda, tienen un régimen similar, motivo por el que desde el Ejecutivo europeo ya está abordando esta temática y prepara una regulación fiscal que combata el dumping fiscal en el seno de la propia unión.

Para ello, España sugiere la creación de un impuesto mínimo de sociedades a nivel europeo que evite las fugas empresariales. No obstante, la estrategia sugerida por Garamendi se aleja de medidas restrictivas o igualatorias dirigidas a las grandes empresas. "Es importante incentivar que esas empresas se sientan a gusto en este país", ha señalado, reiterando que "las campañas de descrédito no son lo más oportuno".

“Volver a la tranquilidad”

A las empresas les ha ido muy bien con este Gobierno”, aseguraba Calviño este jueves, haciendo alusión a mecanismos como los ERTE, los ICO y otras líneas de inversión que han regado a las empresas con dinero público, español y europeo. Preguntado por si coincide con esta afirmación, Garamendi ha respondido que lo que quieren los empresarios es un gobierno "que genere seguridad jurídica, estabilidad regulatoria, calidad de la norma y confianza". "Pediría volver a la tranquilidad y a la mesura", ha concluido el líder patronal.