Este 2022 ha sido un año en el que la actualidad se ha visto inundada por datos económicos. Todo el planeta ha visto cómo la Rusia de Vladimir Putin decidía invadir Ucrania y al poco tiempo llegaban las consecuencias económicas a escala global. Una inflación récord en Europa, superando los dos dígitos, y en Estados Unidos, que no había sufrido una subida de precios tan elevada en las últimas cuatro décadas. Con un escenario de galopante aumento en el coste de la vida y de preocupación por el suministro energético y de materias primas, los términos financieros y los datos macroeconómicos han estado a la orden del día en los telediarios de todo el mundo.

En todo este maremágnum de números y cifras ha habido algunos que han salido aún peor parados y que pasaran a la historia como algunos de los grandes fracasos económicos de 2022, que a continuación quedan enumerados.

1. Musk, llegada y salida del dueño de Twitter

El magnate sudafricano cierra el año siendo el protagonista de uno de los mayores culebrones tecnológicos de los últimos tiempos. Después de alzarse como dueño y señor de la red social del pájaro azul y prometer que en la misma reinaría la “libertad de expresión”, Elon Musk, el también propietario de Tesla, ha tomado determinadas decisiones que han sido, cuando menos, cuestionables. Algunas de las más sonadas son el despido masivo de la mitad de la plantilla de Twitter a través de un correo electrónico; avisar a los trabajadores que sobrevivieron a esta criba de que en el nuevo Twitter 2.0 se echarían horas extras; o, suspender el perfil a varios periodistas internacionales mientras decidía rehabilitar la cuenta al expresidente Donald Trump, el cual la tenía suspendida por promover el asalto al Capitolio de los Estados Unidos.

Una de las peculiaridades de la toma de decisiones de Musk es el uso de la opción de la encuesta en la propia red social de Twitter. El magnate pregunta y la opinión pública responde. Así fue como devolvió la cuenta a Trump y como ha decidido implementar determinados cambios. Sin embargo, la última encuesta realizada por el dueño de Twitter ha puesto fecha de caducidad a su reinado. “¿Debería renunciar como jefe de Twitter? Cumpliré con los resultados de esta encuesta”, tuiteó Musk el 18 de diciembre y, para su sorpresa, el 57,5 % dijo que debía irse frente a un 42,5 % que quería que se quedara. Ante este resultado, Musk dimitirá como CEO de Twitter cuando “encuentre a alguien lo suficientemente tonto como para aceptar el puesto”. Por si fuera poco, el valor de las acciones de Tesla ha caído a la mitad, por lo que Bernard Arnault, dueño del conglomerado del lujo LVMH, ha desbancado a Musk como hombre más rico del mundo, según la revista de diciembre de Forbes. Se podría decir que no ha sido un buen cierre de año para el sudafricano.

2. ‘Annus horribilis’ para los ‘criptobros’

Mientras que el año pasado todo eran buenas noticias para los propietarios de las criptomonedas, en 2022 el cripto mercado se ha visto colapsado. Es más, en los últimos doce meses el valor del Bitcoin, que es la divisa virtual que cuenta con mejor reputación, ha caído más de un 70 %. En mayo de este año, la moneda Luna se hundió a pesar de haber sido una de las mejores valoradas en todo el mundo y FTX, la cuarta plataforma exchange de criptomonedas más grande del mundo, se declaró en bancarrota el pasado 11 de noviembre. De igual forma, el fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, de tan solo 30 años, ha pasado de ser millonario y ser considerado el gurú del nuevo paradigma financiero, a estar arruinado y ser acusado de uno de los mayores fraudes de la historia reciente.

La conocida plataforma, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares, rápidamente se vino abajo por falta de liquidez, dejando a unos angustiados usuarios apresurándose a retirar sus fondos y recuperar parte de lo invertido, aunque muchos no llegaron a tiempo. Esta caída de FTX, junto con la subida de tipos de interés y el miedo a una recesión en Estados Unidos, son algunas de las razones por las que el cripto mercado se encuentra en las últimas.

3. La primera ministra más breve de UK: Liz Truss

En la era de la inmediatez y de los memes, algunos guardaran en sus retinas las imágenes por las que se llegó a comparar a Liz Truss con una lechuga. La apuesta troncal era la siguiente: adivinar quién aguantaría más, si la verdura en ponerse mala o la primera ministra en abandonar el cargo. Como se dice ahora, spoiler: ganó la lechuga. Truss se convertía, después de 45 días, en la primera ministra más breve de la historia de Reino Unido. “No puedo cumplir el mandato para el que me eligieron. He anunciado al rey mi decisión de dimitir”, admitía Truss en la puerta de Downing Street.

¿El motivo principal de su caída? Una propuesta de rebajas masivas de impuestos que amenazaba con destrozar las cuentas públicas de la economía británica. Ni siquiera la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que en un principio alababa la propuesta de la británica conservadora, la seguía apoyando al ver su debacle y se sacudía las comparaciones señalando que las bajadas de impuestos tienen que hacerse “poco a poco”.

El que recibió el legado que, tras esta dimisión y el Partygate de Johnson parecía un regalo envenenado, fue Rishi Sunak. El sucesor de Truss, a pesar de pertenecer también al partido conservador, tomó nota y, al poco de acceder al cargo de primer ministro, anunció ayudas para los más vulnerables financiadas con las subidas de impuestos a las rentas más altas. Unas propuestas que no tardaron en recibir el respaldo del FMI. Ahora, está en la mano de Sunak la difícil tarea de restaurar la confianza del electorado británico de derechas en el partido de los tories.