La Unión Europea se prepara para dar un giro radical en su forma de financiarse. La Oficina de Enlace del Gobierno alemán en Bruselas ha enviado un informe al Bundestag en el que confirma que la Comisión estudia seriamente imponer un nuevo impuesto europeo sobre el tabaco —incluidos los cigarrillos electrónicos y otros productos de nicotina— para aumentar sus recursos propios. El documento, titulado Bericht aus Brüssel, advierte de que la medida forma parte de una estrategia más amplia para financiar nuevas prioridades presupuestarias, como la defensa común.

Hasta ahora, la UE ha dependido principalmente de las aportaciones de los Estados miembros y de los ingresos por derechos de aduana. Pero el contexto geopolítico actual y la necesidad de abordar desafíos estratégicos a gran escala han llevado a Bruselas a explorar nuevas fuentes de financiación. Una de las vías que más está ganando fuerza es una tasa adicional sobre el tabaco o residuos electrónicos que se ingresaría directamente en el presupuesto comunitario. 

Una subida sin precedentes

Según documentos internos filtrados recientemente a través de la agencia italiana Ansa, la Comisión Europea baraja una revisión profunda de la Directiva sobre Impuestos Especiales del Tabaco (TED) que podría implicar un aumento del 139% en los impuestos a los cigarrillos convencionales, un 258 % para el tabaco de liar y  1.090 % en el caso de los puros.

Además, por primera vez se contemplaría gravar de forma específica productos de nicotina con o sin tabaco, como los vapeadores, las bolsas de nicotina o el tabaco calentado.

En España, este alza se traduciría en un incremento promedio de 1,40 euros por cajetilla, situando algunos paquetes en 7 euros. Además, la bolsa de picadura de liar de 30 g pasaría de 6,60 euros a 10,60 euros, y los puritos de 4,25 euros a 7 euros, igualando el precio de los cigarrillos estándar.

El responsable directo del expediente es Paolo Gentiloni, comisario europeo de Economía. No obstante, el debate sobre los nuevos recursos propios del presupuesto comunitario ha contado con la implicación de otras carteras, como la de Acción Climática, encabezada por Wopke Hoekstra, debido al interés de Bruselas en no seguir sobrecargando el Sistema de Comercio de Derechos de Emisión de la UE (ETS), el principal instrumento de financiación climática de la UE.

El próximo 15 de julio está previsto que se celebre una consulta interservicios en la Comisión sobre la propuesta final de la nueva TED, que podría ser presentada oficialmente este otoño. Si prospera, supondría un antes y un después en la política fiscal europea, ya que los ingresos irían directamente a las arcas de Bruselas, no a los Estados miembros.

La reacción de Suecia

La filtración del informe alemán ha desatado ya las primeras reacciones políticas. La ministra de Finanzas de Suecia, Elisabeth Svantesson, ha calificado la posible propuesta de “totalmente inaceptable” a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter). Suecia, que ha logrado reducir el tabaquismo hasta mínimos históricos gracias al uso de alternativas como el snus o las bolsas de nicotina, rechaza que se penalicen fiscalmente productos que están ayudando a salvar vidas en su país.

Svantesson anuncia que su Gobierno se opondrá con firmeza a cualquier iniciativa que grave de igual forma los cigarrillos tradicionales y las alternativas sin combustión, por considerar que se trata de una política regresiva y perjudicial para la salud pública.

División entre los Estados miembros

Las posturas dentro del Consejo de la UE están lejos de ser unánimes. Mientras Italia, Grecia y Rumanía han mostrado reticencias a modificar la actual estructura del impuesto especial, otros países como Dinamarca y Países Bajos presionan a la Comisión para que actúe con rapidez, argumentando que los productos de nicotina alternativos no pueden seguir en un limbo fiscal.

El debate tiene una fuerte carga política. Por un lado, está el objetivo de reducir el consumo de tabaco y fomentar políticas de salud pública. Por otro, el incentivo fiscal de establecer una fuente directa de ingresos para el presupuesto europeo, en un momento en que aumentan las demandas de gasto común en defensa, reconstrucción de Ucrania, innovación y energía.

Un precedente que cambiaría las reglas

Mientras tanto, organizaciones como Clearing the Air ya han advertido de los posibles efectos colaterales de esta medida, entre ellos la penalización de productos como las bolsas de nicotina, vaperso y cigarrillos electrónicos que han resultado eficaces en cuanto a la reducción de daños provocados por el tabaquismo. Además, consideran que esta medida va a producir un aumento del mercado ilegal de estos productos, si el precio final se dispara por encima del poder adquisitivo en países con menor renta.