A unas horas de la reunión de los ministros de Energía de la Unión Europea, España ha pedido a la Comisión Europea este mismo martes salir del sistema de precios de la electricidad por ser un momento “excepcional”. Así lo traslada el Gobierno español en su documento, que se presentará a través de la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, en sustitución de la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Entre las nuevas propuestas presentadas por España en la negociación comunitaria para hacer frente a la subida del precio de la energía se propone que los Estados miembros puedan abandonar el sistema actual de fijación de precios de electricidad en momentos “excepcionales” y funcionar bajo otro basado en el coste de las energías renovables.

El Gobierno ha preparado estas ideas para la reunión de ministros que se celebra este martes en Luxemburgo. "En estos momentos extraordinarios, en lugar de una señal pura de precio marginal, contaminada por los repuntes del precio del gas, el precio de la electricidad se obtendría como un precio medio con referencia también al coste intramarginal de las tecnologías limpias, en particular las renovables", reza el texto. 

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El precio de la electricidad quedaría así "directamente vinculado con los mix de producción nacionales", mientras que, en paralelo "se protegería a los consumidores de volatilidades excesivas" y se les permitiría "participar en los beneficios de un mix de generación más barato", explica el Gobierno. 

Varias propuestas

Además de esta propuesta, el Ejecutivo ha pedido a la Comisión Europea y el resto de socios establecer un límite en el precio de las licitaciones de electricidad producida con gas natural, con una posterior "compensación" en el futuro. Asimismo, se mantiene en lo que ya ha solicitado anteriormente: la creación de una plataforma para la compra conjunta de gas, en aras de contar con una reserva estratégica y examinar la especulación en el sistema de comercio de emisiones de CO2.

Frente a las propuestas españolas, con el apoyo de los países del sur, se encuentra el norte de Europa, los popularmente llamados halcones que una vez más se han mostrado contrarios a la postura del sur. Alemania, Países Bajos y los países nórdicos han publicado una declaración conjunta en la tarde del lunes en la que rechazan de pleno una reforma de calado del mercado eléctrico comunitario. Así, apuestan por medidas nacionales de carácter temporal que frenen el encarecimiento de la energía. 

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Los responsables energéticos de la Unión Europea tendrán que continuar debatiendo este martes si las medidas propuestas a medio plazo por Bruselas son "suficientes" para hacer frente al "problema de las futuras fluctuaciones", así como concretar "qué otras medidas podrían plantearse" a nivel nacional y europeo. 

Gentiloni se pronuncia en su visita a España

El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, se ha pronunciado esta mañana sobre el encarecimiento de los precios de la energía y la reunión de la Comisión Europea. Para el responsable económico de la Comisión EUropea, las medidas para frenar el impacto de la subida de la luz en el mercado mayorista deben ser "temporales" y siempre "respetar el mercado único".

El experto ha alertado de que la incertidumbre es muy alta en Europa y España, con "riesgos a la baja" que se han incrementado, entre los que se encuentra la subida energética, una "fuente de preocupación" para muchos Estados miembros, incluido España, según el comisario. 

Es aquí donde recalca que las medidas, de España y del resto de Europa, deben ser "temporales y específicas". Gentiloni explica la subida de los precios de la energía por el aumento de la demanda global, en línea con la recuperación económica mundial tras el nefasto impacto de la pandemia. Un "efecto colateral" de una recuperación "bastante fuerte", desde el punto de vista de Gentiloni. 

Ante las críticas, asegura que el Green Deal europeo no está agravando la situación, sino que es "parte de la solución". "Sabemos que a pesar de que el efecto de la transición durará décadas, esta no es una razón para desandar la senda de la transición verde, justo lo contrario. Es una larga carrera y no se debe socavar este objetivo estratégico", ha asegurado.