La Comunidad de Madrid es conocida a nivel nacional por su régimen de dumping fiscal. No es algo nuevo que esté ocurriendo con la campaña electoral, sino que los beneficios fiscales a la hora de pagar menos impuestos en la capital es uno de los atractivos por el que las empresas y los ciudadanos con grandes fortunas deciden establecer su residencia fiscal en Madrid desde hace décadas.

Una lucha con otras comunidades que se mantiene año tras año y que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confesado querer frenar. Tal y como ocurre con otros aspectos polémicos, el debate sobre si la Comunidad de Madrid beneficia más a los ricos a la hora de pagar impuestos se ha acentuado en periodo de precampaña ante las próximas elecciones autonómicas, que se celebrarán el próximo 4 de mayo.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, y candidata del Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este martes en su precampaña “la mayor rebaja fiscal de la historia”, tras prometerlo ya en la campaña electoral de mayo de 2019, en las anteriores elecciones hace apenas dos años.

La propuesta de Unidas Podemos frente a Ayuso

En el lado opuesto a Ayuso, Unidas Podemos también ha anunciado su propuesta fiscal esta semana, que pasa por aumentar la carga impositiva a las rentas más altas, con las previsiones de recaudar incluso 3.350 millones de euros más a nivel anual en la Comunidad de Madrid.

En concreto, pretende recuperar 3.180 millones de euros para reforzar los servicios públicos y derechos sociales. La estrategia de Pablo Iglesias pasaría por eliminar la exención del Impuesto de Patrimonio y del Impuesto de Sucesiones y donaciones para aquellas fortunas por encima del millón de euros, las rentas más ricas.

Con respecto al IRPF, que grava la renta de las personas físicas, su propuesta fiscal propone subir el gravamen un 6% para los contribuyentes con ingresos de más de 150.000 euros anuales, un 4% más para los que ingresan entre 60.000 y 150.000 euros, mantener el impuesto para los que ganen más de 12.450 euros y, además, bajarlo medio punto para las rentas inferiores a los 12.450 euros.

Entre medias se encuentra Ángel Gabilondo, el candidato del Partido Socialista, que ha asegurado en varias ocasiones que su intención es mantener los impuestos si resulta ganador en las próximas elecciones.

Unidas Podemos ha lanzado una acusación a Ayuso, y al Partido Popular, de haber convertido a Madrid en “un paraíso fiscal”. Una acusación similar es la que hace Más Madrid, con las declaraciones de su candidata, Mónica García: “El desajuste fiscal de Madrid es conocido por todos”. A pesar de las diferencias partidistas, las cifras de Hacienda y diversos informes y expertos corroboran que la política fiscal de Madrid beneficia a los más ricos.

Montero y su armonización fiscal a partir de 2022

El debate por los impuestos en la Comunidad de Madrid coincide en el tiempo con el anuncio de la ministra de Hacienda para la creación de un comité de expertos que aborde la necesaria reforma fiscal a nivel nacional en un periodo de diez meses. Esta reforma incluye, entre otros aspectos, la armonización de los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones a partir de 2022, una idea que Montero ya había dejado entrever en el último año.

Según la legislación actual, los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones están gestionados por las comunidades autónomas por la cesión del Gobierno. Es aquí donde empiezan los problemas con las diferencias impositivas entre unas y otras y donde Madrid se posiciona como el líder del dumping fiscal.

La Comunidad de Madrid bonifica estos impuestos casi en su totalidad: un 100% en el Impuesto del Patrimonio y un 99% en el Impuesto de Sucesiones y donaciones para familiares directos. La responsable de Hacienda ha asegurado que el objetivo de la armonización fiscal es evitar que la descentralización, así como las diferencias territoriales, “deje vacíos algunos impuestos”.

Esto es precisamente lo que ocurre en la Comunidad de Madrid donde, gracias a estas bonificaciones, los contribuyentes no aportan nada al impuesto de Patrimonio y solo un 1% al impuesto de Sociedades. El anuncio de esta armonización fiscal el próximo año ha disparado los rumores sobre una futura subida de los impuestos en Madrid, especialmente el de Patrimonio, para equipararla al resto de comunidades.

Esta armonización fiscal, a nivel central, terminaría con el dumping fiscal de Madrid y, por ende, con las bajadas de impuestos que ha llevado a cabo el PP en la capital entre 2004 y 2018 y que Ayuso no ha podido continuar por la irrupción de la pandemia en marzo de 2020. Pero que pretende hacer si sale reelegida para liderar la comunidad, tal y como ha prometido esta semana en precampaña.

¿Puede la Comunidad de Madrid bajar más aún los impuestos?

La cuestión, más allá de anuncios y debates, es si la Comunidad de Madrid puede bajar aún más los impuestos cuando, en el caso de Patrimonio y Sucesiones y donaciones, los contribuyentes apenas aportan nada como carga fiscal gracias a las bonificaciones. Ante esto, Ayuso ha recurrido a bajar medio punto en el IRPF para todos los tramos fiscales, sin distinciones entre los ingresos.

Aunque en un primer momento la bajada de impuestos pueda parecer una buena noticia para los contribuyentes, hay que tener mucho cuidado a la hora de hacerlo ya que las Administraciones Públicas se financian, en parte, gracias a los impuestos que pagan los ciudadanos. Unos impuestos que se revertirán después en un mayor gasto en Sanidad, Educación y servicios públicos.

Según un informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, la Comunidad de Madrid deja de ingresar alrededor de 4.100 millones de euros a nivel anual frente a otros territorios por estas bonificaciones y rebajas fiscales. De estos 4.100 millones, el pasado año 900 millones correspondían al Impuesto de Patrimonio, 2.600 millones al Impuesto de Sucesiones y Donaciones y alrededor de 500 millones al IRPF.

Es decir, la recaudación que supondrían estos 2.600 millones por el pago del Impuesto de Sucesiones y Donaciones y estos 900 millones del Impuesto de Patrimonio se traducen en menos inversión en servicios públicos. Una prueba es la inversión en Sanidad que hace la Comunidad de Madrid. La comunidad concentra el 19,2% del PIB nacional y se posiciona como la región más rica del país. Sin embargo, es la penúltima en inversión sanitaria por habitante, con 1.340 euros de inversión en 2019, según las cifras del Ministerio de Sanidad.

Otra de las pruebas es lo que desvelan desde Madrid Foro Empresarial, una de las patronales de empresarios de la comunidad, con respecto al turismo. En este caso, recalcan que el turismo supone el 7% del PIB para la Comunidad de Madrid pero que estos ingresos no revierten al sector. En cifras, denuncian que “el turismo tiene un impacto económico de 200 millones en la Comunidad de Madrid y solo se gastan 6 millones en promoción”.

Así, con unos impuestos a las grandes fortunas de por sí bajos y las previsiones de contar con una reforma fiscal centrada en la armonización de impuestos entre comunidades en el horizonte de 2022, parece complicado que la Comunidad de Madrid pueda soportar una gran bajada de impuestos.