El pasado 18 de diciembre el gobierno alcanzó un acuerdo con CCOO y UGT para devolver a los funcionarios (incluidos los de Clases Pasivas) la posibilidad de acogerse a la jubilación parcial, una modalidad de jubilación que fue eliminada por el gobierno del PP en 2012.
Para dar cumplimiento a este acuerdo, el PSOE presentó este miércoles una batería de 37 enmiendas a la Ley de Función Pública, entre las que se incluían el acceso de los empleados públicos a la jubilación parcial. Esta modalidad de retiro que permitirá al personal de la Administración compatibilizar su trabajo a tiempo parcial con el cobro de parte de su pensión, a la que se podrá acceder hasta 3 años antes de su edad ordinaria de jubilación y que conllevará la realización de un contrato de relevo, lo que permitirá la entrada de personal joven en empleos públicos estables y de calidad.
La normativa que finalmente se apruebe deberá contempla que el trabajador o trabajadora relevista, que sustituya a quien se jubile parcialmente, deberá adquirir la condición de funcionario de carrera o personal estatutario fijo y las plazas necesarias para cubrir las jubilaciones parciales de los empleados públicos deberán estar garantizadas.
Por otro lado, dentro del paquete de enmiendas presentadas por el grupo mayoritario del gobierno, también se propone alargar de manera voluntaria la edad de jubilación de los funcionarios hasta los 72 años (actualmente fijada en 70 años).
Con estas medidas, según el grupo socialista, lo que se pretende es igualar al sector privado y al sector público, para que ambos sectores puedan transitar entre la vida activa y el retiro definitivo en igualdad de condiciones.
Esto permitirá que los funcionarios tengan un amplio margen temporal para poder acceder a su jubilación, que oscilará entre los 62 años (de manera parcial) y los 72 años (de manera forzosa), algo que los expertos llevamos tiempo demandando y que denominamos “la desaceleración laboral”.
Alfonso Muñoz
Funcionario de Seguridad Social