Renault ampliará el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta el próximo mes de junio, seis meses más desde diciembre, como consecuencia de la crisis de desabastecimiento y la falta de suministros, en su caso por la falta de microchips o semiconductores. Un problema que arrastra desde hace meses el sector y que afecta a la industria a nivel global. 

Con este panorama, el grupo automovilístico francés ha planteado un nuevo ERTE que afectará a 8.777 empleados y prevé que empiece a activarse el próximo 1 de diciembre y se mantenga hasta el 30 de junio de 2022. Así lo ha anunciado la dirección del grupo al comité de empresa. 

Las paradas acumuladas en los últimos meses por la falta de materiales semiconductores están poniendo al límite los saldos de días de afectación pactados en el actual ERTE en las plantas de Palencia y Valladolid. La dirección de la compañía, según aseguran fuentes sindicales, tendría también la intención de aplicar mayores afectaciones para los trabajadores. 

Es decir, se pasaría de los 61 días de afectación en la planta de Palencia y 40 días en la cadena de montaje y en carrocerías de Valladolid hasta los 78 días en el primer caso y en 77 y 90 en el segundo y tercer caso. UGT ya ha advertido que reclamará que las condiciones del nuevo ERTE sean similares al pactado en primavera, un momento en el que la falta de microchips llevaba ya semanas afectando a las plantas españolas de Renault. 

El sector automovilístico está pasando un momento complicado por la crisis de abastecimiento y los ERTE son la medida clave para asegurar su supervivencia. De hecho, la medida está vigente en la mayoría de las fábricas de vehículos abiertas en España. Es el caso de Seat, que ya ha planteado un ERTE hasta finales de junio para 11.000 trabajadores, una medida similar a la tomada por Renault.