La compañía tecnológica y de seguridad Indra acaba un año complejo con un saldo bursátil más que favorable. Al cierre de la última jornada del año, su revalorización en el ejercicio fue del 11,8%, conforme datos de Infobolsa, que apuntaban hacia un cierre del ejercicio 2022 de 10,65 euros frente a los 9,52 de 2021, rozando sus máximos anuales, de 10,88 euros.

Unas cifras destacadas, si se tiene en cuenta que el índice Ibex 35 en el que pondera, la referencia del mercado español, finalizó 2022 un 6,13% en negativo.

Entre todos los valores listados en el indicador, Indra es la décima mejor, pero superada por los bancos, que se beneficiaron de las subidas de tipos emprendida este año. Excluyendo bancos, la compañía indicó que sería la quinta mejor del Ibex en avance anual.

La comunidad de analistas destacó que Indra es un valor que tiene menos deuda que Ebitda y su futuro como líder de la defensa en España le otorga un gran atractivo a medio plazo. Así, algunas casas como Societé Generale ofrecen precios objetivos superiores a los 14 euros y otras como JP Morgan, de 12.

Lejos quedan los tiempos de la Junta de Accionistas del 23 de junio, cuando Amber solicitó y provocó los ceses de buena parte del consejo, lo cual generó un enorme ruido mediático. Sin embargo, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) determinó que no hubo concertación entre accionistas.

Por aquel entonces, la cotización se hundió alrededor del 10% en una sola sesión, pero luego, no sin volatilidad, logró ir recuperando posiciones y hoy, como resaltan, es una compañía que ronda los 2.000 millones de euros de capitalización.