Heineken ha presentado un plan por el que prevé despedir a 8.000 trabajadores a nivel mundial, correspondiente al 9% de su plantilla. En España, la cervecera está negociando con los sindicatos la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), donde cuenta con una plantilla de 1.590 trabajadores.

"La compañía ha presentado ante los representantes sindicales y las autoridades laborales su intención de iniciar un procedimiento de despido colectivo. El proceso legal iniciado con la constitución de la mesa de negociación exige actuar con la máxima responsabilidad y respeto, en un buen clima de diálogo, por lo que no podemos facilitar más información por el momento", explican fuentes de la compañía a Europa Press.

Heineken cuenta con cuatro fábricas en el territorio nacional, concretamente situadas en Madrid, Sevilla, Valencia y Jaén. La cervecera justifica la medida de reajuste laboral por la crisis derivada del coronavirus, lo que le ha obligado a actuar de forma rápida y con responsabilidad para adaptar la compañía a un mercado “diferente, más pequeño y lleno de incertidumbre”.

"Estamos trabajando para que este proceso tenga el menor impacto posible en nuestras personas y a la vez nos permita aprovechar todas las oportunidades que ofrece el contexto actual, reforzando nuestra agilidad y flexibilidad", recalcan desde la empresa.

Cambio en tendencias y demandas

La compañía asegura que la crisis del coronavirus ha provocado un cambio en las tendencias y en las demandas de consumidores y clientes. Unos cambios que podrían venir dados como consecuencia del cierre de la hostelería y las restricciones. Así, la crisis obliga a la empresa "a actuar rápidamente y con responsabilidad con el fin de garantizar un futuro sostenible y contribuir a la reactivación económica".

A finales de 2020 la compañía lanzó un programa de mejora de la productividad, con el objetivo de alcanzar un ahorro bruto de 2.000 millones de euros en 2023. Así, se centra en un rediseño de la organización para este 2021, con la intención de mejorar la eficiencia, la reducción de la complejidad del negocio y un programa de productividad comercial, en línea con el menor gasto efectivo.

En cifras, Heineken calcula un coste de reestructuración de alrededor de 420 millones de euros tras la reducción de la base de empleados, lo que permitirá un ahorro directo en gastos de personal en alrededor de 350 millones de euros. En 2020, la empresa registró pérdidas de 204 millones de euros tras asumir el impacto adverso de 1.358 millones por elementos excepcionales y amortizaciones.

En el caso de España, registró una fuerte caída en el volumen de cerveza, especialmente en el segundo y en el cuarto trimestre, con pérdidas de entre el 30% y 40%, según las cifras de la compañía.