Ferrovial ha completado su plan de fuga de España a medianoche. Desde las 00 horas de este viernes, la sede social de Ferrovial ya no se encuentra en el centro de Madrid sino que, tras recibir las autorizaciones y permisos correspondientes, ya está ubicada en Países Bajos. La multinacional ha materializado el traslado con el estreno de su cotización simultánea en bolsa, en el Ibex y en el Euronext de Amsterdam, pero hay un elemento más que demuestra la pérdida del carácter español y nacionalista de Ferrovial: el segundo accionista ya no es un Del Pino.
La familia del Pino es dueña de Ferrovial desde su fundación. Rafael del Pino Calvo-Sotelo el ahora el heredero del tesoro familiar, presidente y máximo accionista de la multinacional, con un 20,45% del capital en sus manos. Del Pino es el presidente de la empresa familiar y, por ende, también del consejo de administración, máximo órgano de control y encargado de presentar propuestas de negocio para su ratificación en las juntas de accionistas. El 20,45% de la participación de Del Pino estaba acompañada por el 8,20% en manos de su hermana, y segunda máxima accionista, María del Pino Calvo-Sotelo. Sin embargo, María del Pino ya no es la segunda de Ferrovial.
TCI roba a María del Pino el segundo puesto de Ferrovial
La heredera de la fortuna familiar de Ferrovial ha perdido su segundo puesto en el accionariado de la multinacional por el aumento de capital extranjero en la compañía. El fondo británico TCI (The Children’s Investment Fund Management) era, hasta este jueves, el tercer máximo accionista de Ferrovial. Un lugar desde el que ha ascendido paulatinamente, con sucesivos aumentos de capital en los últimos meses, hasta superar el porcentaje de participación de la hermana del presidente y una de las herederas de la fortuna de los del Pino.
El fondo británico TCI contaba, antes de que empezara el culebrón Ferrovial, con alrededor del 7% del capital de la multinacional. No obstante, desde la presentación de la propuesta del consejo de administración de Ferrovial para irse de España, el pasado 28 de febrero, el fondo -con una denominación aparentemente filantrópica, “el fondo de inversión para los niños” traducido al castellano- ha ido reforzando su participación y, por ende, ocupando el capital de Ferrovial con dinero extranjero. TCI era, hasta hace unos meses, el único accionista extranjero de Ferrovial en el top 4, con la mayoría del control de la compañía en manos de la familia Del Pino. Ahora ya no está entre los cuatro dueños de Ferrovial, sino que se ha convertido en el segundo dueño de Ferrovial.
Según los últimos datos sobre la estructura accionarial de Ferrovial, revelados por la propia compañía en el folleto informativo previo a su salida a bolsa en Ámsterdam, el fondo británico ha aumentado en los últimos días su participación hasta el 9%. Con esta nueva adquisición de capital, TCI no solo supera por primera vez el 9% en Ferrovial, sino que le quita el segundo puesto por importancia a María del Pino, hermana del presidente y heredera del imperio familiar. El fondo británico entró en el capital de Ferrovial en 2019 y, a día de hoy, se ha convertido en el segundo máximo accionista de la compañía.
La participación de TCI en el accionariado de Ferrovial equivale, en base a la cotización bursátil de este viernes de la compañía, a más de 1.900 millones de euros. Una fortuna que queda lejos de los 4.320 millones de euros de Rafael del Pino como presidente y máximo accionista de Ferrovial, gracias a su participación del 20,45% del capital total. TCI está gestionado por su fundador, Christopher Hohn, un británico multimillonario habitual en las listas de los más ricos del mundo, entre las que también se encuentra el presidente de Ferrovial.
La familia del Pino pierde poder en la empresa familiar
Los movimientos en el accionariado de Ferrovial quedan patentes con la entrada de mayor capital extranjero en los puestos de control de la compañía, en detrimento de una pérdida de poder para la familia del Pino. La hermana del presidente queda ahora como tercera máxima accionista, con un 8,20% de la empresa familiar, seguida de otro de los hermanos del Pino.
El tercer Del Pino decisivo en Ferrovial, Leopoldo del Pino Calvo-Sotelo, ha sido uno de los grandes protagonistas del culebrón de las últimas semanas, por votar en contra de la propuesta emitida por su hermano, y presidente, para llevarse la sede de la empresa familiar fuera de España. Una decisión que, además, se reveló semanas antes de la celebración de la junta.
Leopoldo del Pino cuenta, según los últimos datos disponibles, con un 4,10% de Ferrovial. Una participación que el empresario ha ido reduciendo, desde el 4,25% con el que contaba en el momento de la celebración de la junta general de accionistas el pasado 13 de abril, el día D en el que los accionistas dieron el visto bueno a la marcha de la compañía. Leopoldo del Pino se mantiene como cuarto accionista de la compañía después de no haberse acogido al derecho de separación por el que podía haber frenado la salida de la empresa de España.
Más allá de la familia del Pino y el fondo de inversión británico TCI, el capital de Ferrovial se reparte entre BlackRock, uno de los fondos de inversión con mayor actividad en España, con el 3,2% del capital de la compañía; y Lazard Asset Management, otro fondo estadounidense con una participación de alrededor del 3%. El aproximadamente 50% restante está en manos de accionistas minoritarios, partidarios de la marcha de Ferrovial fuera de España, según el resultado al término de la junta de accionistas celebrada el 13 de abril.
