Casi seis horas ha habido que esperar para conocer cuántos han sido los accionistas que se han opuesto a los designios de Rafael del Pino para trasladar la sede de Ferrovial a Países Bajos. Rozando las 14:30 la Junta de Accionistas de la compañía ratificaba por amplia mayoría la decisión de marcharse de España. En concreto, el 93,3% de los asistentes han votado a favor de la propuesta tal y como consta en el acta de la junta.

El quórum de la asamblea ha alcanzado el 77,6% entre asistentes y representados, un porcentaje superior al alcanzado en otras convocatorias anteriores debido a la importancia de la decisión. De ellos, el 93,3% ha dado el visto bueno al esperado punto 10.1 del orden del día que trataba esa ‘fuga empresarial’.

Tal y como estaba previsto, los tres mayores accionistas de Ferrovial, su presidente Rafael del Pino con un 20,4% del capital, seguido de su hermana María del Pino con un 8,2% y del fondo británico TCI con un 6,4%, han votado a favor.

Por el otro lado, y también acorde a lo que se esperaba, Leopoldo del Pino, hermano del presidente de la compañía y poseedor del 4,25% de las acciones, ha votado en contra, al igual que un puñado de accionistas minoritarios. Sin embargo, el plan del propio Leopoldo del Pino pasa por no ejercer su derecho de separación, algo también esperable teniendo en cuenta que las acciones de la firma se han disparado en bolsa hasta los 27,39 euros por acción.

Así con todo, descontando el accionariado propiedad de Leopoldo del Pino, únicamente el 1,22% del capital ha votado en contra del cambio de sede. Así pues, si estos accionistas deciden ejercer la venta de sus acciones a la propia compañía, el desembolso de Ferrovial se situaría en una cifra muy por debajo de los 500 millones de euros establecidos como tope por la propia compañía.

A la luz de los acontecimientos parece ser que el porcentaje de accionariado que decida ejercer su derecho de separación no influirá en la ‘huida empresarial’ de la firma que resulta ya prácticamente segura.

Las preocupaciones de los accionistas

Ante el descontento generalizado que ha causado la decisión en el Ejecutivo y las advertencias de este a los accionistas sobre las consecuencias de su decisión, algunos accionistas se han mostrado especialmente duros con el Gobierno. Destaca el caso de Jean Pierre Paelinck, presidente de la Word Ferderation of Inversotrs que se ha referido a la tensa relación en los siguientes términos: “Los ataques del Gobierno son excesivos, improcedentes y al borde de la ilegalidad. Se debe respetar los derechos que nos otorga a los accionistas las leyes españolas y comunitarias”.

“Quiero expresar mi preocupación por los ataques que Ferrovial ha recibido por ejercer un derecho legítimo por las leyes comunitarias. Ese derecho no es otro que la libertad de establecimiento que garantiza la movilidad de las empresas en toda la Unión Europea”, defendía Paelinck.

No obstante, ante tanta tensión, no ha faltado el punto de humor en el seno de la Junta de Accionistas. Un momento que ha acarreado sonrisas y ha sido protagonizado por el accionista español Jesús Neila Fernández que se ha interesado por el uso del castellano en la nueva etapa de Ferrovial tras su huida. "Mi intervención es relativa al uso del castellano en el futuro por Ferrovial. La oficina del accionista, el teléfono, el correo electrónico, etcétera, que ahora existen ¿van a seguir igual aquí en España? ¿Se va a internacionalizar, pero va a haber posibilidad de conexión en castellano del accionista llamando a un teléfono sin coste adicional?", planteaba Neila.

"¿Y en las juntas vía telemática va a existir la posibilidad de escucharlas en castellano con la traducción simultánea?", ha continuado el accionista, cuyas dudas han sido respondidas con aplausos.

Unas dudas que han sido despejadas por el propio presidente que, sin abandonar el tono grave ha calificado las preguntas como “muy procedentes” y ha tranquilizado al accionista al asegurar que mantendrán “un teléfono gratuito para los accionistas y la posibilidad, por supuesto, de hablar en castellano”, ha garantizado.

Eso sí, tras la información, Rafael del Pino, le ha explicado que, en cuanto que la sede esté instalada en Ámsterdam, la junta de accionistas vía telemática "tiene que ser en inglés". "Podría ser en holandés, pero hemos optado por la primera opción", ha sentenciado el presidente de la compañía fugada.

El presidente ha agradecido el apoyo de los accionistas tras ratificar la decisión “Agradezco vuestro apoyo. Esta operación que se propone es buena para la sociedad y mantenemos nuestra confianza en que se respetará la soberanía de la junta dada la confianza que tenemos en la seguridad jurídica española y europea” concluía el presidente de la firma.