A la holandesa Ferrovial le quedan diez días para poder cumplir con su objetivo Wall Street, el verdadero punto final de su plan de huida de España para llevarse su sede social a Países Bajos. La multinacional de los del Pino pidió la correspondiente autorización a la SEC, el regulador de la bolsa estadounidense, para estrenarse como cotizada de Wall Street en el primer trimestre de 2024 y, a 18 de marzo, todavía no ha recibido el visto bueno regulatorio para entrar en el Nasdaq.

Estrenarse en Wall Street era el objetivo final del plan de huida de Ferrovial de su España natal. Un plan aprobado por la mayoría de sus accionistas en abril de 2023, hace casi un año, y que en la práctica suponía el traslado de la sede social de la compañía del centro de Madrid a Ámsterdam. Casi un año después de convertirse en una empresa holandesa, cotizada ya en el principal índice del mercado bursátil de Países Bajos, la multinacional mantiene su argumentario de que su meta final sigue siendo empezar a cotizar en Wall Street para mantener así una triple cotización paralela en España, Países Bajos y Estados Unidos.

Sin embargo, los planes de Ferrovial para llegar a cotizar en el parqué estadounidense como una de las grandes cotizadas del Nasdaq se están complicando. O al menos no están saliendo según lo previsto por la compañía en el plan diseñado para ello. Ni siquiera coincide con lo previsto a principios de enero, hace apenas dos meses, cuando anunciaba su estreno en el parqué de Wall Street en el primer trimestre de 2024. Si atendemos al calendario, el primer trimestre del año termina el próximo 31 de marzo, en apenas dos semanas. Sin embargo, a fecha 18 de marzo, quedan diez días hábiles (descontando fines de semana) para que la SEC dé el visto bueno a la entrada de la multinacional holandesa en el Nasdaq. Un paso imprescindible que aún no se ha ejecutado al otro lado del Atlántico y que complica, en base a las fechas, los planes de Ferrovial al otro lado del Atlántico.

Ferrovial tiene que adaptar sus cuentas a EEUU

Desde la compañía de los del Pino aseguran que no ha habido ningún cambio ni ninguna petición adicional de información sobre su negocio por parte de la SEC estadounidense. Simplemente se trataría de un retraso ordinario dado que Ferrovial tiene que presentar actualizados, y adaptados a la normativa estadounidense, los resultados financieros obtenidos al cierre del ejercicio 2023, presentados a finales de febrero, hace apenas 15 días; así como las últimas novedades de los contratos ratificados a nivel nacional e internacional por la constructora, ahora con sede social en Ámsterdam.

Ferrovial presentó sus cuentas financieras anuales a finales de febrero, hace poco más de dos semanas, con un beneficio neto de 460 millones de euros acumulado al cierre del ejercicio 2023. Un beneficio que dispara en un 147% el resultado obtenido por la multinacional en el ejercicio de 2022, cuando todavía no se conocía la intención de la constructora de irse de España. La propia compañía defiende en sus cuentas financieras la mejora de sus activos de carreteras y autopistas en todo el mundo, así como el crecimiento positivo de su negocio de construcción. Todo ello además de haber pasado del régimen fiscal español al de Países Bajos en abril de 2023, después de que el 93% de sus accionistas diera el visto bueno a su plan de internalización, traducido en la práctica como el cambio de sede de Madrid a Ámsterdam.

La propia compañía holandesa reconoció ante la SEC estadounidense en enero que el cambio de régimen fiscal podría tener un impacto económico negativo en sus cuentas financieras. Y es que el Gobierno tiene en sus manos la investigación sobre la motivación real de la marcha de Ferrovial a Países Bajos. Es decir, la administración central debe comprobar si el traslado de la sede social de la compañía a Ámsterdam responde realmente a motivos de negocio -el plan de internalización que ha defendido a toda costa la constructora de los del Pino- o si, como muchos han criticado y denunciado, responde simplemente a la motivación fiscal para pagar menos impuestos en Países Bajos. Por el momento, la Administración General del Estado ya está investigando a la compañía, a través de la Agencia Tributaria, por su contribución fiscal a las arcas públicas nacionales durante los años previos a su fuga.

Ante esto, Ferrovial mantiene como una de las claves de su argumentario que el cambio de sede a Ámsterdam respondía a un “paso previo” en el plan diseñado para llegar a cotizar en el parqué de Estados Unidos. Un paso realmente innecesario, como le dejaron claro a Rafael del Pino personalidades independientes como el presidente de la CNMV o la embajadora de Estados Unidos en España, pero que desde la compañía han defendido a toda costa desde hace más de un año. Sin embargo, ahora parece que el objetivo final del plan de Ferrovial para convertirse en triple cotizada en tres mercados diferentes se le está complicando. O al menos retrasando más de lo previsto.

Y es que parece muy difícil que la holandesa pueda cumplir con su compromiso de convertirse en cotizada de Wall Street en el primer trimestre del año teniendo en cuenta también que los últimos días de marzo son festivos en España por celebrarse Semana Santa. En resumen: a Ferrovial le quedan diez días hábiles para poder cumplir con su primer compromiso en Estados Unidos.