"Yo lo fío todo a los accionistas, que son quienes tienen que determinar si les parece bien el proyecto que nosotros defendemos o no". Así se pronunciaba este lunes el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, recordando que son los accionistas del banco catalán quienes tienen realmente la llave del éxito, o del fracaso, de la opa hostil lanzada por BBVA. Un mensaje en el que ha coincidido con Carlos Torres, presidente del otro protagonista de la opa del año. “Estamos en la fase final de interacción con la CNMC para finalizar los compromisos”, explicaba por su parte Torres para emplazarse también a la decisión de los accionistas del Sabadell una vez llegue el momento. "Los accionistas de Banco Sabadell son quienes tienen que decidir si quieren canjear o no sus acciones”, ha asegurado el líder de BBVA. 

Los dos protagonistas de la opa del año coincidían así en sus diferentes discursos sobre la opa, casi al mismo tiempo pero con kilómetros de distancia. Oliu participando en la mañana del lunes en el foro Wake Up Spain 2025 organizado por El Español en Madrid, mientras que Torres hacía lo propio en el encuentro celebrado en Barcelona por Expansión. Un foro en el que el presidente de BBVA ha aprovechado para poner sobre la mesa, en Cataluña, su argumentario a favor de la la opa sobre el negocio de Banco Sabadell. Una operación que, no obstante, Torres evita denominar opa y prefiere llamar "integración".

Precisamente este martes, el presidente de BBVA ha estrenado la segunda sesión del foro Wake Up Spain en Madrid con un mensaje a favor de la "integración con Banco Sabadell", recuperando así la intención de fusionar las entidades en caso de que finalmente la opa salga adelante. Para ello necesitan del visto bueno de los accionistas de la entidad catalana, algo en lo que parecen coincidir de un lado y otro de la operación financiera. “Esperamos que cuanto antes puedan decidir los accionistas de Banco Sabadell”, se ha emplazado el presidente de BBVA. 

La decisión de la CNMC, "en las próximas semanas"

Torres y Oliu también coinciden en dar casi por hecho el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a la operación y se emplazan así a la decisión que tomen los propietarios de los títulos del Sabadell, la verdadera llave del éxito o del fracaso de la operación. Por un lado, Oliu ha reiterado el mensaje de los últimos días, llamando también al Gobierno a "hacer su papel" a la hora de analizar la operación. "Alguien tiene que proteger el bien común", reiteraba la cúpula de Sabadell en las últimas semanas sobre el papel de control que tiene el Ejecutivo en la operación del BBVA. 

"Las medidas de comportamiento, las promesas de que se van a cumplir con precios, cantidades, etc., son pasajeras, no son comprobables y no solucionan los problemas estructurales de competencia", ha lamentado Oliu, con la CNMC a punto de emitir su decisión sobre la operación financiera del año. "Corresponde a Competencia marcar los límites, que van a ser muy importantes y muy impactantes sobre la decisión final que puedan tomar los accionistas", explicaba este lunes el presidente del Sabadell en Madrid. En el lado contrario, Torres ha presumido esta mañana de "compromisos sin precedentes que tienen que ver con el mantenimiento de la presencia del banco en territorios claves", especialmente en aquellas zonas con bajo nivel de competencia financiera. 

Sin embargo, parece haber un aparente retraso en los planes de la CNMC para emitir su decisión regulatoria sobre la operación. Torres ha vuelto a referirse este martes a la fórmula "en las próximas semanas" para conocer la decisión del regulador de Competencia a la opa BBVA-Banco Sabadell. Pero es que lo de "las próximas semanas" lleva diciéndose desde hace meses. Algunos incluso hablaban de finales de marzo como fecha para conocer la decisión tomada tras el análisis en fase 2 del regulador de Competencia. A 1 de abril el retraso en el proceso es evidente. 

Los protagonistas no coinciden en el discurso al accionista

En lo que no han coincidido los presidentes de las compañías es en anticipar el futuro de la operación. Por un lado, Oliu ha reiterado que la oferta presentada por BBVA a sus accionistas "tiene pocas posibilidades de éxito" ya que, por un lado, la prima de la opa es actualmente "negativa" y, por el otro, que la oferta se hace con acciones y no con dinero. Un factor del que se advirtió desde el simple anuncio de la opa y que, a pesar de que se han realizado cambios -o más bien ajustes- en la oferta planteada por BBVA, apenas ha modificado la oferta del canje de acciones que BBVA ofrecerá a los accionistas de Sabadell para decidir si quieren vender sus títulos o si, por el contrario, confían en el potencial de crecimiento en solitario del Sabadell. Todo ello si finalmente llega el momento de hacer este intercambio en el mercado, para lo que se necesita todavía del ok público de Competencia, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y, también, de la opinión del Gobierno. O al menos la de Carlos Cuerpo como ministro de Economía.  

"El accionista de Sabadell tiene que decidir si deja de ser un banco puramente español o puramente europeo para pasar a ser accionista de un banco combinado, de ser accionista del primer banco mexicano y del segundo banco de Turquía. Son elementos muy difíciles para un accionista", explicaba Oliu el lunes en el foro organizado por El Español. En el lado opuesto de la operación, Torres emplaza a estos accionistas a participar de alguna forma en el presente y el futuro de Europa, en un momento especialmente crítico por la situación geopolítica. "Son ellos los que tienen que decidir si quieren un mejor banco para España y para Europa", ha asegurado el líder de BBVA como protagonista de la operación. Es más, Torres ha cifrado un aumento del crédito de 5.000 millones de euros para los accionistas de Sabadell si finalmente la operación sale adelante. 

¿"Opa hostil" o "propuesta constructiva"?

Otra de las grandes diferencias entre uno y otro banco es precisamente la definición, o apreciación, de la operación. Para Oliu y el Sabadell, se trata de una "opa hostil" ya que no fue planteada, simplemente fue lanzada tras la negativa del Sabadell a fusionarse con el banco de Carlos Torres. Un discurso que no comparten en el BBVA, evitando la palabra opa en las intervenciones públicas de la cúpula y que, de nuevo, Torres ha defendido este martes. “Es una propuesta constructiva para los accionistas de Banco Sabadell, para unirse. No hay ninguna mala sensación. El consejo rechazó inicialmente la propuesta y por eso decidimos trasladársela directamente a los accionistas”, ha explicado ahora el directivo del pez grande sobre lo que ocurrió en los primeros días de mayo de 2024, hace ya casi un año. 

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