Las perspectivas económicas de la India son apabullantes. El país que cuenta con la sexta parte de la población mundial y supone el 7% del PIB global tiene el horizonte despejado. El FMI cree que crecerá un 7,3% en 2016, casi dos puntos por encima de la media que se estima para todos los países emergentes juntos.

El CaixaBank Research ha incluido un artículo sobre el país indio en su Informe Mensual y ha realizado en su blog una infografía sobre la situación del país.

 

En la última década, la tasa de crecimiento del PIB ha sido del 7%, llegando a veces al 10%. Unas persepectivas interesantes desde la elección del labor del ministro reformista Narendra Modi a mediados de 2014.

El director de la Oficina de Representación de CaixaBank en este país, Pradeep Bhargava, analiza esta evolución: “Es un ritmo que siempre ha estado muy a la sombra del de China y, al menos en la psique española, no ha tenido el protagonismo y atractivo que merecía. Ahora, con algunas de las promesas emergentes desmadejándose, la India brilla más”.

El Banco Mundial apunta a que más de 700 millones de indios viven con 3,1 dólares al día frente a los 365 millones que lo hacen en China. El principal problema de la India, junto al déficit de infraestructuras, es la pobreza. Bhargava señala que las medidas deben pasar por “hacer que la economía real crezca y que se puedan generar puestos de trabajo. Históricamente, la clase media ha sido el motor de una economía. Según algunos cálculos, la India ya cuenta con una clase media por encima de los 200 millones de personas”.