Pasajeros ingresan a la sala de embarque del aeropuerto internacional de El Alto administrada por Sabsa. EFE

 

 


El presidente boliviano, Evo Morales, ha anunciado este lunes la nacionalización de la empresa Servicios de Aeropuertos Bolivianos (SABSA), filial de las españolas Abertis y Aena, que pasará a depender del Ministerio de Obras Públicas del país andino.

Según la agencia oficial ABI, los ejecutivos de SABSA se resistían a incrementar la inversión de su propuesta inicial de 36 millones de dólares en el mantenimiento y ampliación de los aeropuertos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz -los tres principales del país- en los próximos nueve años, lo que había llevado al Gobierno a analizar seriamente la nacionalización.

Disposición para negociar
Por su parte, Abertis ha asegurado que respeta la decisión del Gobierno boliviano "siempre que este proceso se lleve a cabo conforme a los principios internacionales de derecho" y se ha puesto a disposición del Ejecutivo para comenzar "las negociaciones pertinentes y confía en llegar un acuerdo para alcanzar una compensación adecuada".

"Esfuerzo inversor"
Sobre las acusaciones del Gobierno boliviano, Abertis asegura que ha hecho "un importante esfuerzo inversor" traducido en 12,6 millones de dólares entre 2005 y 2012, "además de pagar cánones a la autoridad concedente por importe de 38,6 millones de dólares e impuestos por 9,4 millones".

Indemnización requerida
La compañía añade que "los diversos incumplimientos del Estado de Bolivia llevaron a Abertis a reclamar en su día una indemnización compensatoria por los daños sufridos por SABSA, que se estiman en unos 90 millones de dólares" y asevera que "la expropiación de Sabsa tiene un impacto nulo en las cuentas de Abertis".

Relaciones bilaterales
Mientras, el Gobierno de Mariano Rajoy, como ya hiciera con la nacionalización de YPF  en Argentina, se ha precipitado a sacar la artillería pesada. El Ejecutivo ha deplorado la decisión boliviana y ha advertido de que como consecuencia de ello, y dado que la expropiación se ha hecho sin previo aviso ni pago, va a proceder a replantearse "el conjunto de las relaciones bilaterales" con Bolivia.

Contra la "ocupación policial"
En un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, el Ejecutivo "deplora profundamente la decisión tomada hoy por las autoridades bolivianas de nacionalizar" Servicios de Aeropuertos Bolivianos S.A. (SABSA), filial de las españolas Abertis y Aena, y que se haya procedido a "la ocupación policial de sus sedes y demás medidas que han acompañado la nacionalización".

Buen clima
"España no cuestiona el derecho soberano de un Estado sobre sus recursos y servicios públicos pero defiende que toda expropiación debe hacerse previo pago del justiprecio según una valoración justa e independiente del bien expropiado", ha subrayado el Gobierno. Asimismo, ha lamentado que "las expropiaciones sin previo aviso y con ocupación por la fuerza pública de las instalaciones expropiadas no se correspondían con el buen clima que se supone preside las relaciones entre Bolivia y España".

Diplomacia bravucona
La Diplomacia del Gobierno de Mariano Rajoy vuelve a repetir sus formas como ya hiciera con la expropiación de YPF a Repsol en Argentina. En aquel entonces, el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, se precipitó al asegurar que "Argentina se ha pegado un tiro en el pie". La intervención del ministro de Industria, José Manuel Soria, también fue cuestión de minutos y se lanzó con una amenaza: "La hostilidad contra nuestras empresas trae consigo consecuencias".

De la mano dura al ridículo
Sin embargo, la muestra de mano dura acabó en ridículo. El Gobierno intentó limitar las importaciones de biodiesel para dañar a Argentina. Pero Bruselas advirtió al Ejecutivo de que no podía hacerlo, y el Ejecutivo descubrió que la medida podía dañar más a la economía española que a la argentina, por lo que retiró el plan antes de ponerlo en marcha. Eso sí fue "un tiro en el pie".