A pesar de que la razón invite a pensar que el dinero en efectivo -billetes y monedas- tiene los días contados por la aparición de las criptomonedas y el uso extendido de las tarjetas de crédito, nada más lejos de la realidad. Según el diario norteamericano USA Today, la circulación del cash ha alcanzado cotas nunca antes logradas.

El artículo recoge declaraciones de diferentes funcionarios federales. Uno de ellos, Leonard Olijar, director de la Oficina de Grabado e Impresión, aseguró en el Congreso que hay 42.000 millones de billetes en circulación por valor de 1,7 billones de dólares, la mayor cantidad en la historia y con un crecimiento de casi el 5% anual.

Además, el volumen de la moneda ha aumentado un 43% entre 2008 y 2016.

Olijar afirma que el uso del efectivo se ha mantenido sin cambios y que un tercio de las transacciones se hacen mediante este método. Con respecto a las transacciones de menos de 25 dólares, más de la mitad se efectúan en cash.

El director de la Casa de la Moneda de Estados Unidos, David Ryder, matiza que la situación es algo más compleja pero que, por el momento, “el uso de la monera no está en peligro inmediato de ser usurpado”. Asimismo, ha explicado que trabajan en buscar un metal alternativo que sustituya al actual para ahorrar en el coste de acuñar monedas.

Leonard Olijar establece una relación entre la pobreza y el uso de efectivo. Aproximadamente, 45 millones de estadounidenses no tienen acceso a sistemas de pago que no sean en efectivo. El 7% de los hogares de Estados Unidos no tiene un banco cerca y el 20% no tiene acceso a los servicios bancarios al completo.