La negociación colectiva no ha dado para más y después de diez meses de proceso y trece reuniones la patronal se opone a la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas, sin merma salarial, pese a las ayudas directas para pequeñas empresas, los planes de acompañamiento a pymes y otra serie de concesiones a la parte empresarial planteadas por el Ministerio de Trabajo. Los otros dos contendientes de la mesa, Gobierno y sindicatos, no piensan renunciar a la reforma y, una vez cerrado un acuerdo bilateral en “los próximos días”, plantean “pasar la pelota al ámbito político”.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha mostrado contrariada con la situación y disgustada con la posición afrontada en los últimos encuentros por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). “Nosotros muy a favor de la negociación colectivo, pero hay que aprobar un suelo mínimo, porque durante 40 años de negociación colectiva seguimos con prácticamente la misma jornada laboral”, ha trasladado, poniendo el foco “en aquellos lugares donde no llega la negociación colectiva”, que sí ha conseguido que la jornada media por convenio sea de 38,2 horas.
Pero en los negocios pequeños la negociación colectiva no se traslada de la misma manera, ni en sectores como la Hostelería, la Agricultura o el Comercio. “Hay sectores con convenios colectivos que recogen las 40 horas”, se ha referido Díaz a esta situación. “No va a haber trabajadores de primera y segunda, sino que en sectores más delicados como estos vamos a generalizar este derecho con un suelo mínimo de 37,5 horas”, ha asegurado. Más allá de este debate, ha querido derribar uno de los principales argumentos empresariales para justificar el ‘no’.
Es “una intromisión en la autonomía de la negociación colectiva”, justificaba la patronal en su comunicado. Díaz ha negado la mayor y ha asegurado que la intención de enfrentar lo pactado en los convenios colectivos con la asunción de una reforma legal que establezca un suelo mínimo para todos los trabajadores, independientemente de si en su sector o empresa la presión sindical es lo suficiente como para rascar estos derechos, “no es real”. “Es una de las medidas más necesaria hoy para la salud laboral y mejorar la productividad y, por tanto, la salud de las empresas”, ha zanjado.
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, también se ha pronunciado sobre la espantada de la CEOE. “No ha sido una sorpresa”, ha trasladado antes de la celebración de unas jornadas del sindicato sobre los organismos de mediación. "Era previsible, nos venía ahí sonando desde hace tiempo que las reuniones estaban siendo una especie de bloqueo permanente por parte de CEOE, y que más o menos era evidente que CEOE no iba a negociar en un acuerdo tripartito la reducción de jornada", ha lamentado.
Ahora, desde el sindicato ya piensan en el siguiente paso. “Hay que dar una batalla con esto si se confirma la semana que viene (plazo máximo dado por el Ejecutivo) la negativa de CEOE, pese a que hay un montón de ayudas para las empresas”, ha trasladado. No obstante, independientemente de la decisión patronal, el líder sindical ha asegurado que exigirá al Gobierno que “lleve adelante una iniciativa legislativa y la pelota pase al ámbito político”, paso que el propio Ejecutivo ha asegurado que dará.
“No debiera ser complicado que Gobierno y sindicatos firmemos un acuerdo en los próximos días y habrá que ver la posición de los partidos”, ha continuado, consciente de que no existe una mayoría progresista en el Congreso de los Diputados y de que Junts no parece por la labor de apoyar la reducción, posición que es de sobra conocida por la CEOE. No obstante, en lo que respecta a los sindicatos ha asegurado acciones, que “ahora no toca, pero si en un futuro no avanza, iremos a finales de año a un proceso de movilización”.