La factura energética con sus constantes subidas y pocas bajadas se ha convertido en un quebradero de cabeza para las familias. Al tiempo, la instalación de placas solares en los hogares para el autoconsumo se ha multiplicado. Además del ahorro, los consumidores optan por esta fuente de energía inagotable y respetuosa con el medio ambiente.

La instalación de un sistema solar residencial viene junto a la promesa de un enorme ahorro de costes a largo plazo, especialmente en las facturas eléctricas. No obstante, viene acompañada también de una inversión inicial importante.

En ámbitos generales, los propietarios de viviendas necesitan aproximadamente ocho años para recuperar la inversión en paneles fotovoltaicos, aunque puede variar de entre 5 años hasta 15 años. Por ejemplo, si en una casa se consume de media unos 9922 kWh anuales y se paga 0.16/ kWh, supondría una factura anual de unos 1587€, es decir, unos 133€ / mes. Calculando que la instalación ha sido de 5000€ aproximadamente y el ahorro anual supone 480€ en el consumo, tu periodo de amortización sería de apenas 10 años.

Asimismo, la mayoría de los sistemas solares residenciales duran entre 25 y 30 años. En el caso de que tras ocho años ya se haya recuperado la inversión, el consumidor tendrá entre 17 y 23 años de energía gratis.

¿Qué tener en cuenta para tomar la mejor decisión?

Dependiendo del tipo de vivienda y las necesidades de la misma, el presupuesto de placas solares varía, por ello, es importante realizar un estudio previo para determinar el número de placas solares que se necesite instalar para abastecer dicha instalación.

Además del tipo de vivienda, se debe realizar un estudio acerca del tipo de tejado, ya que la instalación varía su dificultad si es sobre una superficie inclinada con tejas o sobre una azotea con suelo llano y firme. Asimismo, hay que tener en cuenta que las placas solares aumentan el peso sobre el tejado y este debe poder soportarlo.

En este sentido, se debe calcular el espacio debido a que una instalación fotovoltaica está compuesta, a parte de las placas solares, por otros elementos, como estructuras solares, baterías o inversores

Por lo general, las placas solares tienen una garantía de fabricación de entre 10 a 12 años, aunque también hay una garantía de potencia que es aproximadamente de entre 20 a 25 años.

Subvenciones 

Respecto a las subvenciones a las que una familia puede optar también son diversas. Por un lado, la bonificación del IBI y del ICIO son subvenciones que se aplican por la instalación de placas solares, dependiendo del ayuntamiento, el porcentaje del impuesto y el tiempo que se va a bonificar varía.

En el caso del IBI se puede obtener una bonificación hasta del 50% de la cuota íntegra del impuesto. Por su parte, el ICIO se puede bonificar hasta un 95%.

Además, la deducción del IRPF es otra subvención que apoya este sector del autoconsumo y se puede pedir mientras se hace la declaración de la renta, llegando hasta el 20% de la cantidad invertida en el sistema fotovoltaico.

Por otro lado, los fondos NextGenerationEU permiten ahorrar hasta un 50% del coste de tu instalación. Algunas empresas se encargan de todos los trámites para acceder a la subvención y del papeleo necesario.