A pesar de la creciente inflación que azota la ya maltrecha economía de la eurozona aún convaleciente a causa de la pandemia, la crisis en las cadenas de suministro, el encarecimiento de las materias primas, especialmente la energía y el complicado contexto de la invasión rusa en Ucrania, el producto interior bruto (PIB) de la eurozona ha crecido un 0,7%.

El PIB de la zona euro creció en el segundo trimestre de 2022 un 0,7% respecto de los tres meses anteriores, cuando había registrado una expansión del 0,5%, según el avance del dato publicado por Eurostat. En el conjunto de la Unión Europea, el ritmo de crecimiento del PIB mantuvo el 0,6% del primer trimestre, a pesar del impacto de la guerra en Ucrania. En comparación con el segundo trimestre de 2021, el crecimiento de la actividad en la zona euro y en la UE fue del 4% en ambos casos.

Entre los Estados miembros para los que hay datos disponibles del segundo trimestre de 2022, Suecia (+1,4%) registró el mayor aumento en comparación con el trimestre anterior, seguida de España (+1,1%) e Italia (+1%), mientras que se observaron caídas del PIB en Letonia (-1,4%), Lituania (-0,4%) y Portugal (-0,2%).

Previsiones de crecimiento

Teniendo en cuenta la complicada coyuntura económica con un escenario en el que la energía se ha convertido en un arma de artillería y la inflación desbocada castiga los bolsillos, parece que la subida de tipos interés aprobada recientemente por el Banco Central Europeo (BCE) para paliar la espiral inflacionaria tendrá repercusiones no solo en los precios y el IPC sino también el crecimiento de los Estados.

La subida de tipos tiene como objetivo enfriar la economía y por lo tanto las previsiones de crecimiento de la Eurozona para este 2022 han decrecido del 4% al 2,7%.