CaixaBank se ha marcado como objetivo alcanzar una rentabilidad superior al 12% en 2021, o de un 10% en caso de que se mantenga plana la curva de tipos de interés -algo improbable, dado que se prevé que el BCE suba los tipos a partir de octubre de 2019-, y lograr una ratio de capital CET1 -que mide la solvencia de una entidad- del 12%, más 100 puntos básicos de buffer transitorio para absorber potenciales impactos regulatorios o nuevas sentencias del Supremo que supongan nuevos gastos para la banca.
El presidente de CaixaBank anunció las líneas estratégicas del nuevo Plan “con la satisfacción y la confianza que nos da el haber alcanzado con éxito los objetivos del Plan Estratégico 2015-2018”. Jordi Gual ha destacado que en los últimos cuatro años “hemos reforzado nuestro liderazgo comercial en España en base a un modelo de banca minorista de proximidad, con la mejor oferta omnicanal y propuestas de valor especializadas e innovadoras; y también hemos completado la integración de BPI, el mejor banco de Portugal en 2018 según Euromoney”. Además, el presidente de CaixaBank recordó que “hemos situado la rentabilidad en unas cotas que ya superan el coste de capital; hemos mejorado la calidad de nuestro balance y ganado foco al desprendernos de activos no estratégicos; y hemos culminado la desconsolidación prudencial de CaixaBank del Grupo CriteriaCaixa”.
Por su parte, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, detalló que en los próximos años “queremos consolidar un Grupo financiero líder e innovador, con el mejor servicio al cliente y un referente en banca socialmente responsable”.
La fuerza de la banca de proximidad
Según el Plan Estratégico 2019-2021 presentado este martes por el banco, sus ingresos core -los ingresos provinientes de clientes frecuentes- en relación con los gastos recurrentes crecerán en torno a un 5% en tasa anual compuesta -un cálculo de crecimiento basdo en medias, suavizando vaivenes del mercado-, impulsados por un aumento de más del 5% del margen de intereses, de un 4% de las comisiones y de hasta un 10% de los ingresos por seguros.
Del mismo modo, la entidad apunta a que el aumento de los ingresos pivotará sobre el crecimiento de la financiación a empresas, consumo y ahorro a medio y largo plazo, así como sobre la "drástica" reducción de los activos 'tóxicos', por lo que calcula que la ratio de morosidad se colocará por debajo del 3% en 2021, frente al 5,1% en que se situaba en septiembre de este año. CaixaBank explica que la "sostenida" reducción de dudosos y la "fuerte" cobertura respaldan los bajos niveles de coste de riesgo, que se espera que se mantenga por debajo de los 30 puntos básicos. Además, la reducción inmobiliaria acometida durante los últimos meses permitirá obtener un ahorro "adicional" en costes, que caerán un 66%.
Porcentaje destinado a dividendos por encima del 50%
El banco presidido por Jordi Gual apunta en su nueva 'hoja de ruta' un objetivo de destinar más del 50% de los beneficios al reparto de dividendos, con lo que busca mantener una política "atractiva" para los inversores. Para 2019, es intención del consejo de administración de CaixaBank aprobar un techo en efectivo del 60% de los fondos destinados al reparto entre los accionistas. El banco finalizará el ejercicio 2018 con una gran fortaleza comercial, un exitoso modelo de banca y seguros en un entorno de tipos de interés bajos y una sólida posición de capital y liquidez.
Para los próximos años, los principales objetivos de la entidad se concretan en generar una rentabilidad atractiva para los accionistas apoyada en el aumento de los ingresos core; además de mantener un elevado esfuerzo de inversión y de transformación, y seguir reforzando la solidez financiera con una mayor reducción de la morosidad
Más digital, con oficinas más innovadoras
Por otro lado, aunque considera "clave" las oficinas, CaixaBank quiere centrar su crecimiento en los canales digitales. Confirma que se ha observado una "drástica" caída de actividad en las sucursales, como ingreso de cheques, ingresos y retirada de efectivo, actualización de operaciones o transferencias.
En este sentido, el banco reducirá principalmente su red de oficinas urbanas, con el cierre de 821 sucursales, hasta contar con total de 3.640, desde las 4.461 actuales. La red rural permanecerá estable y potenciará su propuesta especializada, con la apertura de más de 600 nuevas oficinas 'store' durante el próximo trienio. Actualmente cuenta con 285 sucursales de este tipo. La intención de CaixaBank es transformar sus oficinas en centros de asesoramiento, con un horario más extendido, sin puesto de caja y agentes especializados. La entidad se ha marcado como objetivo "mantener a las personas en el centro de la organización", con 4 equipos transversales enfocados a dar más autonomía a las oficinas y potenciar su eficiencia; promover proyectos transversales y agilidad en la toma e implantación de las decisiones, y fomentar la actitud de participación y de innovación. Durante el perido previsto por el plan estratégico se favorecerá el talento y la diversidad –asegurando que el talento pueda desarrollar su potencial mediante meritocracia, diversidad y empowerment–, se definirá y desplegará la mejor propuesta de valor para los empleados –mejorando la experiencia del empleado– y se promoverán los atributos de agilidad y colaboración –adecuando las estructuras y procesos a modelos de trabajo más ágiles y transversales.
Los deberes hechos en Portugal
Respecto a BPI, su filial portuguesa, CaixaBank explica que "la gran parte" de la labor relacionada con el ahorro en costes, la generación de nuevos ingresos, la simplificación del gobierno corporativo y el reforzamiento del capital "ya se ha llevado a cabo".
No obstante, sostiene que su objetivo para los próximos tres años es lograr un crecimiento selectivo del crédito, promover la diversificación de los ahorros, poner el foco en las nóminas de los clientes, fortalecer el análisis de la rentabilidad por operación, simplificar su oferta de productos, servicios y precios y mantener una base de costes estable.
De hecho, la entidad estima que su cartera crediticia crecerá por encima del mercado, con una cuota de mercado de hasta un 12,5% para 2021 en el caso de las hipotecas residenciales, frente al 11,5% actual, o del 15% en el de nuevo crédito personal, dos puntos porcentuales superior a 2018.
No obstante, CaixaBank calcula que la ratio de eficiencia 'core' -gastos reucurrentes operativos sobre ingresos- de BPI se reducirá en 11 puntos porcentuales, hasta situarse en torno al 50% dentro de los próximos tres años, debido un incremento del 7% de los ingresos 'core', unos costes recurrentes estables o un alza del 3% de la ratio de la morosidad.