El Banco Central Europeo (BCE) sigue considerando necesario continuar con la senda de endurecimiento de la política monetaria elevando aún más los tipos de interés para doblegar la curva de la inflación y avance hasta la meta del 2% a medio plazo. Sin embargo, el banco comunitario asume que en caso de que se agraven las tensiones financieras, deberá plantearse que resulta “apropiado”

El sector de la banca observa intranquilo la evolución de las entidades hundidas durante las últimas semanas. Un mes negro para las financieras que se ha saldado con la caída del Silicon Valley Bank -quién inauguró las quiebras-, Silvergate, Signature Bank y Credit Suisse, provocando un seísmo económico que aún se deja notar según los expertos.

Pese a ello, el economista jefe del BCE, el irlandés Philip Lane, ha asegurado que "Se necesitarán más aumentos (de los tipos de interés). Ese es absolutamente nuestro diagnóstico", al menos con el estrés financiero actual que no resulta muy elevado. Si la situación continúa normalizándose, Lane incide que "las tasas de interés aún tendrán que subir".

"Sin embargo, si el estrés financiero del que hablamos se vuelve más fuerte, entonces tendremos que ver qué es lo apropiado", apunta Lane, ya que, en su opinión, si la tensión financiera debilita la economía, "automáticamente reduciría las presiones inflacionarias".

No obstante, el economista irlandés  subraya que el banco comunitario continúa monitoreando la situación y que se mantiene “en guardia”, aunque subraya también que no esperan ver, ni en la Eurozona ni en Suiza, la misma situación que sacudió EEUU.

"No vemos eso como un problema general en el sistema bancario. No hay una extrapolación directa a la zona del euro", defiende Lane, para quien el escenario base pasa por la estabilización de las tensiones.

De este modo, para el ejecutivo del BCE lo que está sucediendo en la eurozona en términos de tensiones es un "efecto indirecto" de EEUU y Suiza, pero ha recordado que, como consecuencia de la crisis financiera de hace 15 años, ahora existe una regulación y una supervisión muy estrictas de los bancos.

"Así que nuestra línea de base es que el sistema bancario europeo tiene mucho capital y los bancos han sido prudentes en sus decisiones de préstamo", sostiene Lane, para quien no hay ninguna razón para creer que surgiría un problema importante, añadiendo que, "si lo hiciera, el BCE podría responder".

"Tenemos muchas herramientas, podemos proporcionar liquidez y podemos asegurarnos de no ver los tipos de pánicos bancarios que fueron evidentes en estos ejemplos", asegura.

La fortaleza de la banca española

Tanto la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño como el presidente del Banco de España, Pablo Hernández de Cos ya han descartado el posible contagio del terremoto financiero a territorio español y europeo, coincidiendo así con el análisis del BCE. Ambos lo ven poco probable, el gobernador del banco por considerar que las “circunstancias concretas” y la titular de la cartera de Economía por la “rapidez y determinación”

"Pese a las turbulencias experimentadas en estos años, aquí seguimos", subrayó De Cos este lunes desde Valladolid. El gobernador ha reconocido que lo acaecido en Estados Unidos y Suiza ha aumentado el riesgo y la volatilidad, pero los elementos propios “totalmente diferentes” del sector europeo y español hacen ver que "no se puede hacer una traslación de estas dificultades al conjunto europeo ni al sistema español". Esta afirmación se fundamenta en la posición de los bancos españoles, que cuentan con una "elevada capacidad de resistencia y posiciones de capital sólidas".

Todos los bancos españoles y europeos están sujetos a los mismos requerimientos de capital y liquidez, un hecho que De Cos ha considerado "fundamental", en la medida en que estas posiciones "sólidas de solvencia, que han aumentado en los últimos años, permiten que, ante situaciones muy adversas, se obtengan unas ratios muy buenas pese a la guerra en Ucrania y la pandemia de la Covid-19". Del mismo modo, ha asegurado, las autoridades europeas y españolas realizan informes de stress test que registran un grado "muy elevado de resiliencia ante escenarios financieros muy adversos".

Por su parte, Calviño aludió a la autoridad europea para trasladar tranquilidad. "El Banco Central Europeo tendrá que tomar las decisiones adecuadas conjugando adecuadamente su doble responsabilidad garantizar la estabilidad de los precios y garantizar la estabilidad financiera", afirmó la vicepresidenta quien añadió también que "lo que tenemos que hacer es seguir actuando con la máxima responsabilidad y siguiendo muy de cerca la situación, eso es lo que estamos haciendo"

De hecho, Calviño asumió las tesis del Banco de España, haciendo propio el análisis en torno a la fortaleza de los bancos españoles, que tienen posiciones de solvencia y de liquidez incluso mejores que otros países europeos, según coinciden ambos. No obstante, la vicepresidenta reconoció que el momento de enorme incertidumbre financiera ha llevado a dudas y especulación contra algunos bancos e incluso también "en esta parte del Atlántico". Ante las posibles dudas, de Cos traslada un mensaje de “tranquilidad y confianza”.