El Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha anunciado este martes que el organismo que lidera revisará al alza las previsiones de crecimiento de la economía española para 2023 y, por el contrario, lo hará a la baja con las emitidas para la inflación. Así, la autoridad económica española modificará en el mes de marzo las estimaciones publicadas antes de finalizar el pasado año. En aquel momento, los valores de crecimiento se establecieron en el 1,3%, valor que el banco considera que se ha quedado corto. Por el contrario, los referidos a la inflación se situaron en el 4,9%, dato que el organismo recortará en el próximo informe.

“Es altamente probable que las previsiones de crecimiento del PIB real de la economía española para 2023 que publicaremos en las próximas semanas se revisen al alza respecto a las de diciembre, mientras que las de inflación general lo hagan a la baja”, has trasladado de Cos en el marco del III Observatorio de las Finanzas organizado por El Español – Invertia. Las causas señaladas por el Banco de España para realizar esta revisión es la resiliencia mostrada por la economía española, mayor a la esperada, y por el conjunto de las economías europeas, lo que hace esperar un futuro más halagüeño para el conjunto de la eurozona.

Esta mayor capacidad de adaptación demostrada por el tejido económico de los países europeos se debe, según traslada el Gobernador, a una reducción de la dureza del golpe de oferta negativa que estaba previsto y condicionó sustancialmente la actividad económica del pasado año. Además, la reducción de los precios energéticos, gracias un invierno suabe y a una gran capacidad de abastecimiento, unida a la mitigación de los cuellos de botella de las cadenas de suministros generan unas expectativas más optimistas. No obstante, parte de la mejora corresponde también a los hogares que han contribuido con sus “colchones de ahorro acumulados durante la pandemia”, ha trasladado de Cos.

Otro actor sin el que no podría entenderse la mejora de las previsiones es el Gobierno de España, responsable de las “medidas desplegadas para amortiguar, al menos parcialmente, las caídas de rentas reales, y el elevado dinamismo del mercado laboral”, variables señaladas por el líder de la autoridad monetaria como aspectos determinantes. “La resiliencia de este mercado (laboral) ha sido particularmente importante, lo que, en parte, estaría asociado a cómo reaccionó la política económica durante la pandemia, con la generalización del uso de los esquemas tipo ERTE, que permitieron el mantenimiento del empleo, y a la moderación salarial”, ha querido destacar de Cos.

Sin embargo, más allá de la mejora de las perspectivas de futuro, desde la dirección del Banco de España llaman a no desbordarse por el optimismo y piden ser “muy prudentes”. La reducción del ahorro de los hogares acumulado durante la pandemia; la llegada de los efectos del endurecimiento de la política monetaria, que no se han percibido en su totalidad; la incertidumbre geopolítica candente;  y la persistencia de la inflación, que aumenta los peligros de efectos de segunda ronda, son los aspectos que preocupan al organismo. “En definitiva, a pesar de la mejora de las perspectivas, el nivel de incertidumbre y los riesgos para la estabilidad financiera se mantienen elevados”, ha resumido de Cos.

Peligro para los hogares

La política monetaria restrictiva que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a desplegar el pasado año supone un gran peligro para los hogares españoles, sobre todo para los más vulnerables. Así lo ha señalado el líder del banco español, ya que, a pesar de que estos mejoraron sus ingresos durante 2021, el aumento de la inflación redujo su renta disponible un 5,6% durante los primeros nueve meses de 2022. Esta situación se ha visto agravada por las continuas subidas de los tipos de interés aprobadas por el BCE y que sitúan el precio del dinero en el 3%, lo que dispara el Euríbor, principal índice al que se referencian las hipotecas variables.

“Se estima que un aumento del Euríbor a doce meses del entorno de 400 puntos básicos, incrementaría el porcentaje de hogares con deuda con carga financiera neta elevada en 3,6 puntos porcentuales con respecto a la situación anterior a la crisis, hasta el 14 %. Ante una subida de 500 puntos básicos, este último porcentaje se elevaría 0,7 puntos porcentuales adicionales, hasta el 14,7 %”, ha señalado de Cos al respecto. “Este efecto tendería a ser más intenso en los hogares endeudados de menor renta, que, por el mayor peso del consumo sobre la misma, también se ven afectados en mayor medida por el aumento de la inflación”, ha concluido.

En cifras reales, tras el cierre de febrero del Euríbor a 12 meses por encima del 3,5%, las hipotecas variables podrán encarecerse en el momento de su revisión entre 300 y 600 euros. Así, una familia que disponga de una hipoteca variable a 30 años por valor de 150.000 euros y un diferencial del 0,99% más Euríbor, verá como la cuota de hipoteca aumenta en torno a 300 euros tras la revisión. La cuantía total pasará de los 450 euros a los 760 euros, aproximadamente, o, lo que es lo mismo, 3.600 euros al año. Con las mismas condiciones, una hipoteca de 300.000 euros de capital pendiente de amortizar y 30 años pendientes de pago tendría que asumir un encarecimiento mensual de 600 euros, lo que supone en torno a 7.200 euros al año adicionales.