Bankia ha presentado sus resultados del tercer trimestre del curso este lunes. La entidad obtuvo en los nueve primeros meses de 2018 un aumento del 0,6% con respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supone un beneficio neto atribuido de 744 millones de euros. Pero además de las cuentas, los ojos hoy están puestos a “tres días hábiles vista”.

El 5 de noviembre se reúne el Tribunal Supremo para dilucidar quién debe pagar el impuesto a las hipotecas. El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, espera que los magistrados tomen una decisión firme que deje las cosas claras.

Sevilla espera que, si el Supremo decide “cambiar”, que lo haga “hacia adelante, no hacia atrás”, es decir, que no sea retroactivo: “No contemplamos un escenario diferente”.

Si finalmente el Alto Tribunal decide que son las entidades las que deben hacerse cargo del impuesto, asegura que lo harán sin problema. El CEO de Bankia precisa, además, que la repercusión “es difícil de prever”, y añade que “dependerá de la competencia” el cómo afronten dicho gasto.

José Sevilla asegura que no hay una ralentización en la solicitud de hipotecas y que están aconsejando a los clientes “esperar a la semana que viene para firmar”.

Con respecto a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) pactados entre el Gobierno y Unidos Podemos y que ya han sido remitidos a Bruselas, considera que son “positivos”. “Lo importante es que sean comprometidos con el objetivo de déficit y que sigan reduciendo el déficit público”. También subraya la importancia de reducir el “exceso de deuda” y crear empleo.

Por último, ha evitado valorar la entrada en prisión de Rodrigo Rato, quien ingresó en la cárcel de Soto del Real el pasado jueves, previo paso por los micrófonos de los medios de comunicación para disculparse ante la ciudadanía.