El Banco de España ha publicado un estudio en el que alerta de que una desescalada “prematura” podría provocar una menor recuperación del empleo a corto e incluso a medio plazo, en el caso de que la demanda no se recupere o aumente la probabilidad de nuevos contagios de coronavirus. A pesar de esto, avanza una mejora del empleo en junio por el fin de las medidas restrictivas como el estado de alarma.

Según el estudio, el fin de las medidas de contención deben ir en paralelo con el cumplimiento de las condiciones sanitarias, no solo con el control de la pandemia, sino también con la recuperación de la capacidad asistencial necesaria ante posibles rebrotes. Asimismo, recomienda la creación de infraestructuras para localizar y aislar a los contactos de las personas infectadas.

Por otro lado, reconoce que las provincias que entraron en fase 1 a mediados de mayo han registrado una tendencia más positiva en cuanto al empleo, aumentando la afiliación a la Seguridad Social a mayor ritmo y reincorporando a sus puestos a más trabajadores incluidos en el ERTE.

Además, el Banco de España alerta de que una parte de los afectados por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) pasarán a forma parte de la cifra de parados y no volverán a la actividad económica.

"Heterogeneidad relativamente elevada" en mayo

Con respecto al mes de mayo, la institución reconoce "una heterogeneidad relativamente elevada" en la evolución del empleo en las distintas provincias en términos de afiliación. De hecho, asegura que aquellas que pasaron a la fase 1 el 11 de mayo mostraron un crecimiento medio de cotizantes a la Seguridad Social del 1,3% frente al repunte del 0,8% que siguieron en fase 0.

Lo mismo ocurrió en el caso de los ERTEs, donde el descenso del número de trabajadores afectados fue mayor en las provincias que pasaron a la fase 1 antes, con un 14,2% menos, que en el resto de las provincias, con un descenso del 9,4%.

"El impacto más positivo de la desescalada sobre el empleo a través de la reducción de los trabajadores acogidos a un ERTEs frente al comportamiento de la afiliación resulta coherente con la finalidad para la cual fueron concebidos, en particular, los de fuerza mayor", argumenta el Banco de España.

A pesar de centrar el estudio en los cambios de fase, la institución reconoce que las diferencias podrían reflejar otros factores distintos como por ejemplo las disparidades entre provincias por la estructura sectorial de la actividad.

Es en este punto donde surgen las principales diferencias entre provincias con mayor peso en la construcción, donde el empleo total es más elevado, mientras las comunidades dependientes del turismo, comercio u hostelería han sufrido un mayor impacto por las medidas de restricción.