La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tiene un desarrollo empresarial más allá de sus responsabilidades políticas. La líder del Partido Popular (PP) es propietaria al 50%, junto con su hermano Tomás Díaz Ayuso, de Sismédica S.L., una sociedad dedicada al alquiler de bienes inmobiliarios. A su vez, la mandataria madrileña tiene el 100% de la propiedad de una vivienda en Chamberí que funciona como sede social de Ayuso Lahoz S.L., cuyo objeto social es el “comercio interior y exterior, explotación, distribución de aparatos y material fungible y consumibles de equipo médico”.

Esta sociedad, participada por familiares directos de la presidenta de la Comunidad y afincada en el inmueble que heredó de sus padres antes de que pudiese ser embargado por impagos a Avalmadrid, se dedica a la compraventa de material médico, pero en estos momentos presenta “indicios de inactividad”, según ha podido confirmar ElPlural.com a través de la consultora Axesor. Lo mismo sucede con Sismédica, cuyo 50% también obtuvo como donación de su padre, y que lleva sin presentar sus cuentas anuales ante el Registro Mercantil desde 2014, pese a tener la obligación legal de hacerlo.

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Las dos herencias de la líder madrileña llegaron de su padre y relacionan a Ayuso con dos sociedades inactivas, como propietaria a medias de una y como ‘casera’ de otra. En su momento, la comisión de investigación señaló un trato “preferente” y “personalizado” en el traspaso del piso, pero la Fiscalía del Supremo rehusó de investigar un posible delito de alzamiento de bienes. En la actualidad, ninguna de las dos sociedades tiene registrada actividad reciente y funcionan como, según se conoce en el mundo empresarial, sociedades durmientes.

¿Qué son las sociedades durmientes?

Las sociedades durmientes son aquellas que están inactivas, pero debidamente constituidas, ajustándose a la legalidad vigente y en condiciones de volver a operar cuando sus titulares así lo decidan. Esto significa que, aún estando paralizadas, pueden resurgir si sus propietarios encuentran un negocio en el que querer sumergirse. Son diversas las razones por las que estas empresas deciden no funcionar en la práctica, al no cerrar operaciones con terceros ni dedicarse al objeto social por el que fueron constituidas. No obstante, la mayoría de consultoras y gestoras coinciden en una lista de causas.

Por un lado, la motivación para dejar sin actividad estas sociedades puede ser de carácter fiscal. También existe la posibilidad de que estas estén esperando a un momento concreto o a la celebración de un evento para reactivar su actividad. De igual manera, puede estar aguardándose a una capitalización posterior o a la venta de la sociedad a terceros interesados. La última de las causas señalada es una posible postergación o evitación del proceso de disolución y liquidación, tanto por el papeleo como por el punto final que este supone.

Fuentes especialidades en el ámbito empresarial y consultadas por este periódico aseguran que es más habitual de lo que se cree la constitución de este tipo de sociedades para que, al llegar el momento justo, poder ser utilizadas sin tener que afrontar los tiempos y el papeleo, al ya estar constituidas legalmente. Su creación para su posterior venta como sociedades urgentes a compradores con una necesidad inmediata también es una práctica conocida en el sector. El aura fraudulenta rodea esta figura, pero muchas sociedades se desarrollan de forma totalmente legal siendo durmientes.

En el caso de Sismédica S.L. se está produciendo un incumplimiento, concretamente la vulneración de la Ley de Sociedades desde hace diez años. No obstante, esta falta de ajuste legal no tiene mayor consecuencia que el cierre de la hoja registral, lo que supone que la sociedad no puede inscribir en el Registro Mercantil los actos ordinarios y, en consecuencia, terceros no pueden seguir los pasos de la empresa, de producir estos.

El piso de Ayuso, sede social

El inmueble propiedad de la presidenta de Madrid se ubica el exclusivo barrio madrileño de Chamberí, cuenta con 90 metros cuadrados y está valorado según valor catastral en 140.547 euros, aunque su valor de mercado es mucho más alto. Pese a la negación del jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, el piso pertenece totalmente a la líder del PP por nuda de propiedad. La vivienda paso de padres a hija en un momento de impagos de una empresa familiar, MC Infortécnica S.L., y de esta manera se evitó su posible embargo.

“La presidenta no tiene vivienda en propiedad”, ha asegurado MAR a este periódico, pero lo cierto es que las pruebas recogidas evidencian lo contario. Si bien el usufructo aún sigue siendo disfrutado por su madre, la nuda propiedad ya está en manos de Ayuso, lo que le otorga el derecho vender, hipotecar o realizar obras en el inmueble. Este mecanismo es muy habitual en sucesiones y la presidenta se hará también con el usufructo una vez finalice el plazo establecido o tras el fallecimiento del usufructuario.

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