Los sindicatos conrepresentación en el Banco Popular, adquirido por el Santander ante el riesgo de quiebra inminente, han pedido reducir un 25% los despidos en el ERE en el proceso de fusión de las dos entidades. El banco presidido por Ana Patricia Botin ha propuesto 1.585 salidas y 575 traslados de personal del Popular a empresas del grupo, mientras que los sindicatos quieren un máximo de 1.200 despidos y entre 600 y 700 personas trasladadas.

El sindicato UGT, además de solicitar que el número de bajas sea el mínimo, ha reclamado que el número de prejubilaciones aumente y que se rebaje la edad de los empleados que puedan acogerse a ellas de 58 a 55 años, una medida que apoya CC OO.

Los sindicatos insisten en que debe primar la voluntariedad tanto en bajas como en traslados y en que, para estos últimos, debe existir capilaridad entre los servicios centrales y la red comercial para permitir el trasvase de personas excedentes hacia la red de sucursales.

Los sindicatos reconocen que muchos empleados no son readaptables para la red de oficinas, así que piden que se ofrezcan "paquetes indemnizatorios atractivos para reducir al mínimo posible los despidos forzosos".

 La próxima reunión entre representantes sindicales y dirección del Santander se celebrará el día 16.