El servicio de estudios del BBVA cree que la economía española podría perder entre 0,2 y 1,1 puntos de crecimiento en 2018 a causa de la grave crisis política catalana, dependiendo del grado de incertidumbre que se genere, de cuánto tiempo se extienda ésta y de su contagio a otras regiones. Con esos porcentajes España podría perder entre 2.000 y más de 12.000 millones de PIB. De hecho, en sus estimaciones publicadas este lunes, la entidad ya rebaja tres décimas sus previsiones de crecimiento para el año que viene, del 2,8% al 2,5%. En cuanto a este año, también recorta el pronóstico del 3,3% al 3,1%, si bien estas dos décimas menos no se explican por Cataluña.

El responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research, Rafael Domenech, ha destacado que el impacto sería moderado: entre 0,1 y 0,5 puntos. De ahí que hayan reducido su previsión de crecimiento solo en tres décimas. Para que se llegue a restar esa horquilla de hasta 12.000 millones, la incertidumbre debería prolongarse hasta finales de 2017 y el impacto podría superar los 12.000 millones si la tensión y la incertidumbre política continuasen durante el próximo año.

En cuanto a este año, BBVA disminuye las perspectivas de crecimiento en dos décimas debido a que las exportaciones han decepcionado un poco, y a que el consumo ha crecido ligeramente por debajo de lo esperado. No obstante el banco descarta un escenario de recesión económica.

Impacto difícil de estimar

Los economistas del servicio de estudios consideran que resulta muy complicado estimar el impacto de estas tensiones políticas, dado que se trata de un tipo de incertidumbre "de naturaleza muy distinta a la observada en el pasado". Además consideran que presenta unos canales de contagio hacia otras regiones que son "únicos", dado que son difíciles de calibrar porque no hay ningún antecedente similar con el que de verdad se pueda comparar. "Podemos asumir que funcionaría igual que otros choques, y depende mucho de su duración", indicó el economista jefe del BBVA Jorge Sicilia.

No obstante, BBVA Research subraya que la inercia positiva de la economía española es muy fuerte y que puede haber elementos que compensen el efecto, como por ejemplo la actuación del BCE o la desviación del gasto desde Cataluña hacia otras regiones de España.

Según han explicado los analistas de BBVA, hasta octubre los indicadores de confianza han sido fuertes, así como los datos de afiliación a la Seguridad Social. Por el contrario, la matriculación de automóviles y otras estadísticas de consumo están mostrando ya impactos negativos