Santander venderá el 51% de la cartera inmobiliaria del Banco Popular al fondo especulativo estadounidense Blackstone. La transacción se instrumentalizará mediante la creación de una sociedad en la que Santander tendrá el 49% y Blackstone el resto.

Puede ser la transacción inmobiliaria de mayor cuantía en la historia de España. Los activos de riesgo inmobiliario del ya extinto Banco Popular alcanzan los 30.000 millones de euros. Santander recibiría alrededor de 5.000 millones de euros por esta venta, precio que corresponde al 51% del valor de esta cartera tras las provisiones que ha realizado por el 61% de su importe.

El banco presidido por Ana Botín puso en venta el ladrillo del Popular el pasado 30 de junio, despertando el interés de los grandes fondos internacionales. Apollo y Lone apostaron fuerte por la operación, pero finalmente Blackstone ha salido vencedor .

La idea es que esta operación se cierre en agosto, fecha en la que Santander espera tener las autorizaciones pertinentes de Bruselas, y más concretamente de la Comisión de Competencia, para la adquisición de Banco Popular.

La fórmula de la creación de un `banco malo´, le permite a la entidad financiera desconsolidar de su balance 30.000 millones de euros de activos tóxicos, al contar con una posición minoritaria en la nueva sociedad, ya que el control lo tendrá Blackstone. La venta no supondrá plusvalías para el Santander, aunque sí espera tener ganancias con la venta de inmuebles en un futuro, aprovechando la subida de precios del sector que se espera para los próximos años.

Durante la presentación de los resultados semestrales de Santander su consejero delegado, José Antonio Álvarez, mostró su confianza en que recibirían ofertas por los activos inmobiliarios de Popular en los niveles, o algo por encima, a los que los adquirieron, aunque descartó obtener plusvalías significativas.