Al término del festival se acuñó la expresión depre-salia. Muchos de los más de 1.000 jóvenes que acudieron a Desalia, cita anual organizada por Ron Barceló, la están padeciendo en estos momentos. Este año, la XI edición tuvo lugar del 27 de abril al 1 de mayo, en la Costa Vicentina de Portugal, en las instalaciones de Zmar Eco Experience.

El objetivo era pasarlo bien. Y lo consiguieron. El lema, Vive Ahora, se suscribió en todo momento. Los millennials, aquellas personas nacidas entre 1981 y 1995, tomaron sus cabañas en medio de un paraje natural y disfrutaron de cinco días con música a tope en diferentes escenarios: una carpa para la noche, una piscina cubierta de olas (que servía de resguardo cuando llovía), otra piscina al aire libre de 100 metros de longitud o una pradera desde la que se veían ovejas, vacas y ponis. En total, 100 metros cuadrados de pantallas LED, 100 cabezas robóticas, 40.000 vatios de sonido y 120.000 vatios de iluminación. Quien quería irse a la cama pronto, necesitaba armarse de tapones. Disjeis, como Juan Paparazzi, se encargaban de poner el ritmo.

 

‘Celebrities’ e ‘influencers’

Los desalieros pedían durante los cinco días de este festival de música a las celebrities y a los influencers (jóvenes que influyen en otros jóvenes desde las redes sociales con su estilo de vida y que se han convertido en referentes sociales) presentes hacerse fotos con ellos. La actriz Anna Castillo, ganadora del Goya a la mejor actriz revelación por El olivo, se mostraba encantadora con todos. Yon González, Lucía Rivera, Óscar Casas, Mery Turiel, Marina Yers, Rocío Osorno y Marta Rimbau fueron otros que no se perdieron la cita.

Hubo fiestas temáticas, como Glow Party y Wild Wild Fest (a la que había que ir disfrazado de animal), y alguna que otra sorpresa. Uno de los puntos álgidos fue cuando los éxitos de Operación Triunfo, uno de los fenómenos musicales del año, hicieron vibrar la carpa nocturna. Se inundó de buen rollo. Ana Guerra, Roi, Cepeda, Miriam y Agoney interpretaron temas de ayer y de hoy en la Hits Night, en la noche de domingo a lunes. Versionaron canciones como Let me entertain you, Eloise o Shape of you, Ana Guerra cantó Lo Malo, que promete ser una de las grandes canciones de este verano, sin Aitana. Más de una hora de música en directo que el elenco cerró con una versión de La Revolución Sexual de la Casa Azul que enloqueció al público, que no paraba de grabarles con sus móviles. La noche acabó con la actuación de The Tripletz (sólo con Lucas Loren, porque su otro componente, Sergi Pedrero, estaba ingresado en el hospital por una herida infectada).

En blanco

Por primera vez, la emblemática Noche de Desalia comenzó antes del anochecer convertida en una jornada de actividades y música en directo desde primera hora de la tarde. Los triunfitos se quedaron a ella, vestidos de blanco, tal y como se pedía, y se mostraron atentos con su público. Se hacían fotos con todos, que en seguida eran subidas a las redes sociales con el hashtag (etiqueta) “#DesaliaRules”. Así, el 30 de abril, centenares de jóvenes vestidos de blanco vivieron las actuaciones de Dellafuente, Viva Suecia, Beret, Él y Ella o Kiido entre otros muchos artistas invitados. Diferentes géneros, como el trap, la electrónica o el indie, la convivieron en una noche inolvidable donde la música fue la gran protagonista. El magnetismo de Dellafuente fue precisamente el otro plato fuerte de Desalia. Era la primera vez que tocaba fuera de España. Quedó claro que los OT y Dellafuente triunfan entre los millennials.