El portero del Sevilla Beto (d) ataja el penalti de Rodrigo (i), del Benfica durante la definición por penales de la final de la Liga Europa entre Sevilla y Benfica, en Turín (Italia). EFE

 

 


Es normal que los parlamentarios alemanes y europeos estén hasta el gorro de nuestros deportistas. El Sevilla conquista la Europa League, el Real Madrid o el Atlético se quedarán la Champions, Rafa Nadal otra vez en su pista talismán de París, Del Bosque y los de la Roja aterrizarán en Brasil…  Ni corrupción, ni recortes, ni paro, ni la prima de riesgo; con nuestros campeones no hay quien pueda.

Esto es un himno
Además de ganar en Turín la Europa League, su tercer título consecutivo, el Sevilla demostró a medio mundo que su himno es el más popular del planeta. Es verdad, cuando suena el Sevilla, Sevilla, hasta los mudos recuperan el habla y lo tararean. ¿Y quién decía en la Unión Europea que el fútbol español estaba en crisis? ¿La Merkel? ¿Joaquín Almunia?  Los clubes españoles deben lo que no está escrito, pero a levantar Copas no les gana nadie. Y lo que les espera a los políticos europeos con la final de la Champions entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid.

Del Nido lo vio entre rejas
Me cuentan que José María del Nido, expresidente del Sevilla, lloró anoche en el centro penitenciario donde cumple sus siete años de condena al ver como Rakitic levantaba la Copa. Es curioso, con todos los corruptos que pululan y manejan el fútbol español, Del Nido (aunque diga que ya está rehabilitado) es el único que está en la cárcel y por otro asunto; por las mágicas minutas que cobró al Ayuntamiento de Marbella. Por cierto, muchos de los dirigentes que anoche estaban en el palco de Turín (defensores de la libertad) fueron los primeros en firmar el documento solicitando el indulto para el tal del Nido.

El Príncipe, emocionado
Esta vez, Zarzuela estuvo atenta y mandó al Príncipe a presenciar la final del equipo español (cosa que no hizo en la semifinal entre Sevilla y Valencia). Y don Felipe, como debe ser, saltó, se emocionó y exteriorizo su alegría con la victoria del equipo hispalense. Poco con lo que hará el 24 de mayo en Lisboa si su equipo, el Atlético de Madrid, conquista la Champions League y supera al equipo de su padre.

Y es verdad, que nos quiten lo bailado: nuestros equipos levantan todos los títulos y nadie les tose en el continente. Esta temporada el fútbol europeo habla castellano. Estamos de enhorabuena. Rajoy, Soraya, Gallardón y Wert ya tienen otro motivo para venirse arriba.