“A algunos no les avergüenza nada dar un titular a toda páginas y verlo desmentido de inmediato”, ataca Maura en su artículo, que defiende que los de espionaje “son servicios que han de existir en cualquier país”.
“Un lugar bajo el sol”
De ser cierto que las escuchas son del CNI, eso significa que “nuestros servicios están haciendo el trabajo que deben hacer (…) que el dinero de los contribuyentes está muy bien invertido y que el general Sanz Roldán y su equipo están consiguiendo dar a los servicios de inteligencia de España un lugar bajo el sol, una posición de respeto”.
Inventar otro escándalo
Según Pérez Maura “todo aliado es al mismo tiempo tu rival. Y eso hay quien no es capaz de comprenderlo”. “Y para justificar su metedura de pata –añade en alusión a El Mundo- ahora buscarán cómo inventar otro escándalo colateral”.
Rubido sale a por todas
Todo comenzó en verano, cuando el diario de Pedro J. publicó los mensajes entre Rajoy y Bárcenas. El director de ABC, Bieito Rubido, publicó una Tercera presumiendo de objetividad y criticando que “los medios hayan usurpado la dialéctica parlamentaria” y “quieren ocupar el lugar de los políticos”.
Pequeños espadas
Ahí se abrió la cacería y después vinieron columnas de Félix Madero llamando a El Mundo “desecho de tinta periodística al precio de periodismo de investigación”. También se sumó la inefable Edurne Uriarte criticando “la soberbia” de algunos periodistas que “pretenden tumbar presidentes”.
“Es una necedad”
Esa acusación, la de que Pedro J. quiere tumbar a Mariano Rajoy es precisamente el que provocó un acalorado enfrentamiento en directo entre el director de El Mundo y el jefe de opinión de ABC durante una tertulia en la COPE. Pedro J. estalló y calificó ese argumento de “patético, necedad y tontería”.
A cuenta de Castro
Otro encontronazo parecido fue el que se vivió en La Sexta Noche, con Eduardo Inda (El Mundo) y Javier Chicote (ABC) aunque esta vez por el caso Urdangarin. El diario de Vocento publicó unas fotos del juez Castro con una abogada de la acusación para cuestionar su objetividad y desde el diario de Unedisa respondieron asegurando que el magistrado era espiado.