No hay evento que se precie al que no sean invitados (muchas veces, bajo talonario). Influyen principalmente sobre los adolescentes, que no paran de mirar las redes sociales, con su estilo de vida. Nos hemos embarcado en el crucero donde se ha celebrado esta semana el festival Desalia. Por allí pasaron, entre otros, Dulceida, Gigi Vives, Pam, Trendy Taste y Tripletz. Hemos visto de primera mano cómo se comportan. Parecen una gran familia. Obtienen admiración, pero también celos.

Al minuto de que Aida Domenech, más conocida como Dulceida, subiera el pasado viernes una foto a Instagram titulada ‘Boat outfit’, ya había recibido casi 1.400 ‘me gusta’. Cuenta con 1,7 millones de seguidores en esta red social, que se fijan en su look y en lo que hace en su vida diaria. A los 27 minutos, había superado los 33.000 ‘me gusta’. A las 22 horas, estaba a punto de llegar a los 141.000.

Éste es un ejemplo del impacto que los ‘influencer’ pueden alcanzar sobre los jóvenes con sus ‘armas’, las redes sociales, principalmente YouTube e Instagram. Son sus referentes. Las marcas lo saben y destinan parte de su inversión en Marketing y Publicidad a ellos. También les contratan como DJ. Han perdido peso las ‘celebrities’ salidas de programas de televisión como ‘Gran Hermano’.

Su público, los ‘millennials’

Los ‘millennials’, aquellas personas nacidas entre 1981 y 1995, son los que más integran las hordas de seguidores de los ‘influencer’. No todos tienen el mismo número de adictos que Dulceida, pero sus fotografías y sus vídeos son vistos por miles de adolescentes enganchados a su smartphone. A las personas más mayores les cuesta comprender lo que sucede alrededor de ellos, el motivo de que tengan tanto tirón. Algunos les ven como personas mimadas, que exponen los pormenores de su vida privada al público. Otros creen que su fama puede ser efímera, que pueden acabar convirtiéndose en ‘muñecos rotos’. Si bien, están ahí y se comportan como una gran familia. Lo ven como una profesión, de estas nuevas que han surgido con las nuevas tecnologías.

Al festival Desalia –organizado por ron Barceló y que este año, con motivo de su décimo aniversario, tuvo lugar en un crucero que viajó de Málaga a Ibiza y Mallorca y que volvió a Málaga, desde el domingo de la semana pasada hasta este viernes– acudió un nutrido grupo de ‘influencers’. Unos hicieron todo el recorrido, otros sólo una parte. Además de Dulceida (sólo fue desde Mallorca hasta Málaga); estuvieron Gigi Vives, Pam, Trendy Taste y Tripletz. Se comportaron como una familia. Comían y cenaban juntos. Amenizaron, como DJ, a las 1.400 personas que disfrutaron de una semana de música por las aguas del Mediterráneo.

En la segunda noche de viaje, Tripletz, formado por Sergi Pedrero (con 226.000 seguidores en Instagram) y por Lucas Lorén (con 178.000 seguidores en Instagram), defensores del colectivo LGBT en su canal de YouTube, inundó de ‘buen rollo’ la fiesta ‘Desalia in love’. No dejaron de moverse, de bailar y de interactuar con los presentes. No fue la última vez que pincharon música en el festival.

En general, sorprendió la actitud de los viajeros. Cualquiera podría pensar que llenar de jóvenes un barco y facilitarles copas puede ser peligroso. Y no se vivió ningún episodio peligroso, más allá de las olas de la última noche, que acongojaron a más de uno. Quizá, el momento más delicado –sin llegar a mayores–, se dio en la ‘Desalia Final Party’. Cuando subió Dulceida al escenario para hacer de DJ, un grupo la abucheó y la llamó “tonta”. La noche anterior prefirió no hacerse fotos con la gente, porque venía cansada de un viaje procedente de EE UU. Otro grupo coreó su nombre y otros DJ-‘influencer’ estuvieron en el escenario como muestra de apoyo. Al terminar de pinchar la música, fue arropada por sus incondicionales, claramente molestos por los silbidos a su ‘diva’. De hecho, varios reprobaron con un “pringao” a uno de los que la habían censurado, al verlo en una de las cubiertas del crucero. Después, todo volvió a la tranquilidad y ella se fotografió y habló con todos los que se acercaron con esa intención.

“Mucho trabajo”

Todos los ‘influencer’ han puesto fotos de Desalia. Ellos defienden que hay “mucho trabajo” detrás de cada instantánea, que no es poner una foto sin más. Con el grupo de prensa, estaban Virginia y Javier, de Cover Couple (con 58.600 seguidores en Instagram). Explicaron cómo deben cuidar cada detalle y la ropa con la que salen de una manera totalmente “profesional”.

El martes 18 de abril, la noche de Desalia por excelencia hizo que todos los pasajeros, vestidos de blanco, disfrutaran de la música de Juan Magán, de Dorian, de Brian Cross, de Kiido y de José De Mara, repartidos a lo largo de tres escenarios. El barco viajaba desde Ibiza hasta Mallorca y se repartieron mantas blancas para soportar mejor el frío. A pesar de éste, hubo quien se estaba bañando en los dos jacuzzis exteriores de la cubierta 11. ‘Celebrities’ como los actores Ernesto Sevilla –quien dirigió un cortometraje en el crucero–, Nicolás Coronado, Maxi Iglesias o Víctor Palmero y el modelo Juan Betancourt –que estuvo presente toda la travesía–, tampoco se perdieron dicho evento.