La mañana del pasado domingo fue más que movida en las oficinas de Can Barça. La directiva azulgrana intentó por todos los medios suspender el encuentro correspondiente a la séptima jornada contra Las Palmas en el Camp Nou. Sin embargo, LaLiga, RFEF y Mossos se negaron a que esto ocurriera puesto que la seguridad estaba garantizada, pese a la existencia de un comunicado de la grada de animación culé que pedía una invasión de campo.

Este lunes, justo un día después, Josep María Bartomeu ha comparecido ante los medios de comunicación  para explicar lo ocurrido el 1-O y condenar las acciones que llevaron a cabo los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, así como a la estrategia que han seguido desde Moncloa para ‘atajar’ el referéndum catalán.

Bartomeu tira de orgullo

El presidente ha comenzado la reunión declarando que comparece “después de la reunión extraordinaria que estaba prevista para el martes”. El club, en palabras de Josep María Bartomeu, ha adelantado este encuentro “por la situación excepcional que vive el país y el club”. El dirigente culé ha vuelto a mostrar, por enésima vez, su apoyo al “derecho a decidir” y al “ejercicio pleno de la libertad de expresión de nuestros socios”.

Bartomeu ha explicado el porqué de jugar a puerta cerrada ante Las Palmas el pasado domingo. De esta manera, el club expresa “rechazo y condena enérgicamente el uso abusivo e indiscriminado de la violencia” con el fin de evitar “el derecho a voto de millones de ciudadanos”.  

Asegura que recibieron presiones de todo tipo, aunque al final “decidimos jugar a puerta cerrada” por el impacto que supondría que el Barcelona disputara un partido sin público en la grada. Ha sacado pecho y considera que gracias al cuadro catalán el mundo se ha preguntado qué pasa en Cataluña. “Anularlo habría sido una noticia de un minuto pero jugarlo fueron 90 minutos de que el mundo se preguntó qué pasaba", ha asegurado el máximo mandatario culé.

La decisión es del Barcelona

Así lo ha aseverado Josep María Bartomeu. “En caso de independencia, el club y los socios deben decidir en qué liga jugarían”, una afirmación que nunca ha gustado en el seno de LaLiga. De hecho, Javier Tebas, presidente de este ente, ha declarado por activa y por pasiva que “los clubes catalanes no podrán jugar la liga española” si se independizan.

Además, Bartomeu también ha explicado que no consiguieron suspender el partido porque “LaLiga no aceptó nuestra propuesta”. Incluso reconoce que intentaron mover el choque al sábado 30 de septiembre, pero ninguna de las partes restantes aceptó este cambio en el calendario.