Los vecinos de Madrid tachan de electoralista la opacidad que mantiene el Gobierno de Ayuso con el cierre de la Línea 1 de Metro. A dos días de las elecciones, el Ejecutivo madrileño sigue sin decir nada sobre el corte que afectará a más de medio millón de personas. 

Por el momento, la Comunidad de Madrid ha informado que "en los próximos días" se reunirá el comité que apruebe el cierre definitivo. Una situación que parece insuficiente a las asociaciones de vecinos. 

Así lo indica Jorge Nacarino, tesorero de la FRAVM y portavoz de la Coordinadora de Asociaciones Vecinales de Puente de Vallecas."Es una no respuesta, el enésimo insulto, el enésimo patadón hacia adelante para seguir posponiendo darnos respuesta demostrando que no existe a día de hoy ningún tipo de plan alternativo, que es lo lo vergonzoso de esta situación. Estamos sin conocer cuándo se van a realizar las obras, si realmente se harán el mes de junio y sobre todo sin que haya un plan negociado con todas las partes", indica.

"Llevamos semanas enteras pidiendo al Consorcio o la Consejería de Transportes una reunión a la que no ha respondido todavía. Solo queremos conocer cómo van a ser y en qué nos van a afectar y poder poner encima de la mesa las diferentes alternativas, porque nos preocupa que la única alternativa que se ha citado muy vagamente es la de la posibilidad de poner el recorrido de la Línea 1 en superficie a través de buses", denuncia.

"Si se hace esto es una barbaridad. Sierra de Guadalupe, avenida de la Albufera y avecinda Ciudad de Barcelona están atascadas. Con lo cual, por mucho que se pongan frecuencias no se iba a poder absorber todo lo que absorbe la línea de Metro. Evidentemente es imposible con autobuses suplir la carga de viajeros que asume el metro, sino que eso iba a suponer el colapso permanente de la línea recuperable, con lo cual íbamos a tener completamente colapsado todo el Puente de Vallecas en una parte de la Línea de Vallecas", expone al respecto sobre los problemas que se pueden dar de movilidad hasta, al menos, octubre.

"Lo que estamos planteando es tener la oportunidad que al menos de podamos poner encima de la mesa alternativas y vías de la lanzadera de transporte para conectar las zonas más afectadascon los principales nudos de comunicación como son Méndez Alvaro, Conde de Casal o Vicálvaro. También incrementar la frecuencia en la C2 y la C7 de Cercanías", indica como alternativas.

Una situación que tachan de "electoralista". "Estamos en las fechas que estamos y nadie se ha sentado a la mesa y ya siquiera han tenido a bien informarnos como corresponde. Las obras afectan a casi medio millón de personas y no puede estar jugando alegremente con el tiempo de la gente, que es al final lo que está ocurriendo", explica.

"Es la prueba de la falta de respeto a las entidades vecinales. El Consejero de Transportes no está a la altura de Madrid. Va en listas al Ayuntamiento. ¿Si es el próximo concejal de Movilidad va a gestionar así? Es un despropósito", comenta sobre David Pérez.

"Es evidente que esto nunca ha ocurrido. Es electoralista", protesta el de la FRAVM: "Nunca se ha puesto en marcha unas obras con tanta envergadura sin haber informado con tiempo suficiente del plan alternativo. Tampoco ha ocurrido nunca se hayan negado a sentarse a informar".

Unas obras que debían hacerse en 2007

18 estaciones de la Línea 1 de Metro cerrarán entre Sol y Valdecarros. Con las obras se va a proceder a desamiantar varias zonas y cambiar las vías, diferentes elementos de los túneles y la señalización. Sin embargo, se trata de unas obras que debieron realizarse hace casi veinte años y que el Ejecutivo autonómico ha retrasado hasta 2023.

"Las obras de reforma de la Línea 1 de Metro se tendrían que haber acometido antes de la crisis", indicaba un portavoz de Metro en 2016 a los medios de comunicación. En aquel entonces la Comunidad de Madrid, gobernada entonces por Cristina Cifuentes, cerraba el mismo tramo para reforzar la catenaria y las paredes de los túneles. "Deberían haberla realizado después de la última ampliación. Una vez acabada la extensión de la red se tendría que haber realizado un trabajo de reforma de las líneas", explicaban entonces dejando claro que el no haber acometido las obras nunca ha supuesto un resentimiento de la seguridad. De hecho, ya avisaban del cierre que Ayuso ultima y comunicará pasadas las elecciones. "Pasados unos años, tendremos que volver a hacer otras para la reforma de las vías", indicaban en Metro.

"Se tendría que haber mantenido el esfuerzo inversor en la reforma de los túneles desde finales 2007. El problema es que, luego, llegó la crisis y el ajuste presupuestario obligo a todas las entidades públicas a apretarse el cinturón, lo que hizo que se redujese el dinero para obras", añadían hace siete años en Metro de Madrid.