El Centro de Estudios Andaluces es una fundación pública y entidad de carácter científico y cultural dependiente de un Patronato al que le corresponde velar para que se cumplan los fines para los que fue creado de acuerdo con sus Estatutos fundacionales. Creado en 2002​, tiene su sede entre los municipios sevillanos de Coria del Río y La Puebla del Río. Está adscrito a la Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía pero es regido y gestionado  por un patronato que ejerce como órgano de representación, gobierno y administración. El CENTRA gestiona además el Museo de la Autonomía y la Casa de Blas Infante.

Su trayectoria cultural y de divulgación histórica ha sido ejemplar y muy destacada pero ha estado en el punto de mira desde la llegada del nuevo gobierno de PP y Ciudadanos apoyado por Vox. Nada más que llegar al poder autonómico Moreno Bonilla, se produjeron los ceses de la directora gerente Mercedes de Pablos Candón y de tres asesores muy reconocidos como Javier Aroca, Carmen Tovar y Paloma Cano. Esta última es la hija del luchador por la autonomía y cantautor Carlos Cano.

Ahora se produce una nueva purga con tres despidos más como han sido el de Mercedes de Pablos (anterior directora trasladada al área de “Publicaciones y Actividades” tras su cese como directora). También han sido despedidos Santiago Campuzano (único museógrafo de la Casa de Blas Infante) y la gestora cultural Coral Márquez.

Convertir el Centra en un laboratorio demoscópico

En la anterior tanda de despidos producida en marzo de 2019, el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, explicó que este centro iba a realizar estudios de opinión sobre la realidad andaluza y que preguntaría a los andaluces “sobre asuntos cómo ven al Gobierno andaluz; asuntos que nos puedan ayudar en la toma de decisiones”. Cabe destacar que en las encuestas anteriores a la llegada de PP y Ciudadanos al Gobierno autonómico, jamás se preguntó por la intención de voto, algo que sí se hace ahora con polémicas y cuestionadas encuestas a favor, siempre, del Ejecutivo regional. De hecho es la comunicación política lo que parece primar ahora en la gestión del CENTRA con “apariciones” por el establecimiento de responsables de esta área de la Junta de Andalucía.

Además del interés del PP de usar el centro como un laboratorio demoscópico al servicio del Gobierno andaluz, el hecho de que una de las labores esenciales sea el reconocimiento de la figura y obra de Blas Infante y de que el centro se ubique en la casa del Padre de la Patria Andaluza, hace colegir que las cesiones a la extrema derecha también estén favoreciendo este desmantelamiento profesional. En numerosas ocasiones Vox ha manifestado públicamente su odio visceral a Infante.

Compromiso con Blas Infante

Mercedes de Pablo, prestigiada periodista, investigadora, escritora y alma del CENTRA al que dirigió de 2013 a 2018 (hasta la llegada del PP al Gobierno andaluz) ha manifestado a preguntas de ElPlural.com que “el centro de estudios andaluces es un compromiso de Blas Infante con divulgar la historia, la identidad y la realidad social de Andalucía. No es casualidad que tenga su sede en la casa de Blas Infante  y el museo de la autonomía”. 

De Pablos ha afirmado que “decir que se prescinde del departamento de publicaciones y actividades, incluido el único museógrafo del centro, es ignorar el papel de divulgador que el centro tuvo desde su génesis, diferente en sus objetivos a las universidades y siempre colaborador con ellas”. “Se pueden cambiar los equipos directivos, por supuesto. Es lo natural y lógico. Pero desmantelar el trabajo de años,  de colaboración con instituciones públicas y privadas de todo signo político es usar el centro para una función demoscópica que ya ejercen el IESA o el Instituto Andaluz de Estadística… Y desdeñar la historia reciente y la que estamos construyendo”, ha concluido.

Mezcla de empresas y el PP

Para dirigir este centro fue nombrado, por el actual Gobierno, Tristán Pertíñez. Distintas informaciones señalaron que el nuevo director- gerente del Centro de Estudios Andaluces traspasó durante la campaña de noviembre de 2018 su empresa a Josep Lanuza, que la utilizó para cobrar 411.400 euros del PP, meses antes de contratar los anuncios para desmovilizar a votantes de PSOE y Podemos. La empresa fue utilizada por el consultor político Lanuza, autor de la guerra sucia en redes sociales contra la izquierda en las generales de noviembre de 2019, para cobrar durante la campaña anterior, la del 28 de abril, más de 400.000 euros del Partido Popular.

Tristán Pertíñez no abandonó la administración de la empresa hasta un mes y 16 días después de su nombramiento, según el BORME. Pertíñez se defendió alegando que cuando el PP contrató del PP los 411.400 euros ya no estaba vinculado a esta firma pero el registro mercantil señalaba que no dejó de ser administrador único de la sociedad hasta el 22 de abril  "Yo de empresa no tengo mucha idea. A mí me llamaron a firmar al notario y acudí. No conozco a los compradores", dijo el actual director del Centro de Estudios Andaluces en una especie de CIS andaluz.